Joaquín Pascual / El Ritmo De Los Acontecimientos

Echando la vista atrás uno tiene la sensación de que, tanto en su etapa en Surfin’ Bichos como en sus proyectos posteriores (Mercromina, Travolta), Joaquín Pascual siempre se ha visto parcialmente eclipsado por la poderosa figura de Fernando Alfaro, cuyas carreras han mantenido cierto paralelismo. El halo de malditismo del segundo y (claro) su talento, demostrados en la ya mítica banda autora de ‘Hermanos Carnales’, luego en Chucho y luego con sus Alienistas, parecía darle cierta ventaja sobre los trabajos de Pascual, quizá menos carismático cara al público aunque igualmente (quizá incluso más) apasionado por este oficio de escribir canciones. Resulta curioso que ahora, por primera vez, es Pascual el que parece dar un paso más allá que su ex compañero de andanzas y sin embargo amigo con su primer disco firmado con su propio nombre, sin el refugio de un alias o una banda, a pecho descubierto.


Da también la sensación de que ese paso de ser «solo» Joaquín Pascual ha sido especialmente bien recibido por su público y que está logrando quizá más repercusión que nunca de esta forma. Aunque, por otro lado, también parece que las estrategias de promoción y producción al margen de la industria discográfica tradicional han vuelto a triunfar (recordemos que Pascual comenzó colgando canciones en su MySpace y vendiendo de manera directa por correo una primera tirada de 200 copias de este álbum).

‘El Ritmo De Los Acontecimientos’ se compone de una serie de diecinueve pequeñas (en la forma, no en el fondo) canciones que transcurren en menos de una hora, episodios vitales fugaces (suspiros) en los que nos muestra lo perverso y lo inquietante que a veces se agazapa en los rincones de lo cotidiano. Sus letras huyen de esa obviedad romántica que tiende a cantar a actitudes idealizadas ante la vida, mostrando una sinceridad inaudita en puñetazos de realidad directos a la mandíbula, mostrando que dentro de cada uno hay un ser puñetero y mezquino, cantando al amor desde un punto de vista de observador fascinado, a la nostalgia con condescendencia y desdén, a la autocompasión como motor vital, a la impermeabilidad emocional como egoísta defensa imprescindible de nuestro pequeño mundo. Una confesión en la que el autor se expone tal como es, sin afán moralizador, animándonos a confesar que, aunque no sea bonito decirlo, uno también se ha sentido así muchas veces.

Su puesta en escena, primordialmente minimalista (la tónica es que apenas guitarra o teclado acompañen a su voz), refleja perfectamente el espíritu doméstico y de inmediatez que Pascual quería plasmar en estas canciones grabadas por Paco Loco, consiguiendo así mostrarse más cercano y familiar que nunca en melodías que poseen ecos de Buddy Holly o Phil Spector (con mención especial a los coros de Ana Galletero y Muni Camón), aunque a menudo recurra a un sofocante volumen de guitarra que casi consigue ahogar su voz, en un efecto tremendamente desasosegante, en coincidencia con esa nueva corriente norteamericana comandada por Best Coast o Real Estate. Con la inmediatez y la sinceridad como armas, ‘Todos los días tengo un accidente’, ‘Nos miramos a los ojos’, ‘Debería estar bien contento’, ‘Una pena de camisa’, ‘Nadie quiere pensar en ello’, ‘Carreteras Secundarias’ logran un impacto emocional tremendo, quedando adheridas al oyente como algo propio, en un disco del que se agradece cada escucha. Sin duda, ‘El Ritmo De Los Acontecimientos’ es un disco maravilloso que va a marcar un punto de inflexión en la carrera de Joaquín Pascual y que dejará huella en muchos de nosotros.

Calificación: 8,5/10
Lo mejor: ‘Nos miramos a los ojos’, ‘Una pena de camisa’, ‘Todos los días tengo un accidente’
Te gustará si te gustan: Travolta, Tórtel
Escúchalo: en MySpace

Los comentarios de Disqus están cargando....
Share
Publicado por
Raúl Guillén