No es imposible que Bruni y Sarkozy muevan sus hilos para que estos vídeos dejen de circular por la red (al fin y al cabo están saliendo en todas partes), pero parece difícil, dada la completa tontería que representan. Si ambos soportan que las fotos de ella completamente desnuda circulen a diario por incontables foros, es raro que no soporten ver a una Carla Bruni más joven en un programa junto a Gaultier enseñando a la audiencia a decir guarradas en el extranjero por lo que pueda pasar. A nadie va a escandalizar ahora ver a Carla tal y como era, tal y como todos la conocimos, siendo una modelo que se hace famosa más. Minuto 8.
Hay algún recuerdo a alguna opinión desafortunada o cuestionable, como ese momento en que dice que no cree que se enamore de un chico pobre porque los hombres no suelen saber tratar con mujeres «ricas e independientes» como ella; pero en general sale muy bien parada de casi todas las situaciones. Sobre todo de esa entrevista reciente en la que una periodista le pregunta por sus letras, en las que menciona tener 30 amantes, o por los símiles con las drogas. Muy adecuadamente Carla explica que sería absurdo esconder su pasado, que tiene 40 años y que por supuesto ha sido guapa y ha tenido 19 años. Vamos, que ha follado antes de Sarkozy. Como todas. Como todos. Bienvenidos al siglo XXI, señores.
No hay nada de qué avergonzarse en estos vídeos que durarán en Youtube pocas horas. Y es bastante tonto recurrir a borrarlos por razones políticas porque son tan aburridos y están tan mal hechos que de no ser por la polémica habrían pasado desapercibidos. Casi cuesta menos imaginar a las cadenas, tradicionalmente muy celosas de su material audiovisual, exigiendo su retirada. Por lo demás lo único que atrae de ellos, y cada vez más, es la transformación que sufre esta persona cuando se pone delante de una guitarra y se convierte en una artista que hace canciones tan maravillosas. Esa es la única noticia del día que se me ocurre después de ver todo esto.