Es evidente la evolución en el sonido de la banda al comparar vuestros últimos trabajos con los primeros. ¿Qué os llevó a abandonar el hardcore y llegar a donde estáis hoy en día?
Enric: «La verdad es que nunca ha sido algo muy premeditado ni responde a ningún plan esto que ha ido pasando con nuestro sonido. Creo que la gracia es que ha sido realmente muy natural y espontáneo, y simplemente creo que nuestros discos demuestran que somos personas muy inquietas y que enseguida necesitamos encontrar nuevas cosas con las que experimentar, volver a buscar en nosotros mismos y encontrar nuevas maneras de explicar lo que nos ocurre. En ese sentido hemos, efectivamente, tenido una evolución muy acusada, aunque yo sé que en el fondo nuestra identidad se reafirma con cada disco que pasa. Podría uno correr el riesgo de perder el norte, pero yo creo que al contrario; cuanto más fieles a nosotros mismos y a lo que nos apetezca hacer en cada momento seamos, más Standstill seremos».
¿Y el paso del inglés al castellano? ¿Qué lo originó?
E: «Pues fue un paso más en esta evolución, o en esta búsqueda de nosotros mismos constante. Llegó un momento en el que no nos sentíamos cómodos cantando en un idioma que no fuera el nuestro, y eso pasó cuando llevábamos tres discos. Fuimos consecuentes y radicales con eso, porque en ese momento era bastante arriesgado hacer un cambio así, nadie lo había hecho, y nosotros lo hicimos igualmente. De hecho es una de las mejores decisiones que hemos tomado, pero no tácticamente, sino simplemente porque nos salía del alma cambiar de idioma y el tiempo nos ha dado la razón».
¿De qué manera consideráis que está presente en discos como ‘Adelante Bonaparte’ o ‘Vivalaguerra’ la rabia, tensión y energía que desprendían álbumes como ‘The Ionic Spell’?
E: «No sé, yo creo que no es casualidad que nosotros hiciéramos discos en su momento como ‘The Ionic Spell’, siempre hay un componente de mucha intensidad y de rabia más o menos contenida, ¿no? Siempre hay algo ahí como muy fuerte detrás… Evidentemente con el tiempo ha cambiado, han cambiado las formas y se expresan de otras maneras, pero creo que sigue habiendo cosas muy en común aunque quizás a primera vista no lo parezca, o eso opino yo, que soy quien menos distancia tiene y quien menos puede opinar al respecto, porque simplemente hago lo que me sale en cada momento y no pienso en estas cosas realmente».
¿Qué os llevó a crear un espectáculo en torno a vuestras actuaciones?
E: «Bueno, esto fue en 2001, cuando nos llamó un director de teatro al que le gustaba el grupo y quería que formáramos parte de su compañía. A partir de ese momento con la compañía, que por cierto es de Madrid, se llama La Carnicería Teatro y el director es Rodrigo García, entramos en contacto con un mundo muy interesante y que desconocíamos por completo, y que nos ayudó a ver las posibilidades que tenía la puesta en escena en general. Ahora tenemos una perspectiva un poco más amplia de lo que es un grupo y de lo que se puede hacer en un escenario delante de la gente. En los tres últimos discos hemos hecho tres espectáculos que los presentan, y ahora por ejemplo estamos presentando ‘Rooom’, que es el disco entero desde que empieza hasta que acaba, íntegro, con un formato escénico y audiovisual no muy al uso, un poco especial. La perspectiva de tener en cuenta que se pueden hacer estas cosas y que no pasa nada, al contrario, que es estimulante y que a la gente también le puede gustar, la aprendimos con el tiempo y con esta experiencia con la compañía».
En cuanto a ‘Rooom’, el nuevo espectáculo, ¿qué tal fue su presentación en el Primavera Sound?
E: «Pues muy bien, joder, era muy arriesgado hacerlo allí. Técnicamente era muy complicado hacerlo en un festival y además era el estreno, eran todo complicaciones. Pero la verdad es que salió súper bien, súper bien, al público parece que le gustó, nosotros estamos más a gusto que nunca tocando estas canciones y con este nuevo marco que es como muy especial, muy íntimo también para los que lo tocamos y, bueno, de hecho todos tenemos muchas esperanzas puestas en este espectáculo, porque está funcionando, funcionó y creo que lo vamos a poder mover mucho, de hecho mucho más que los otros espectáculos que hemos hecho con anterioridad».
¿Planeáis llevarlo a más sitios?
E: «Sí, de hecho el día 8 lo hacemos en Vigo, en Barcelona lo haremos en octubre, en Madrid en el Circo Price también lo haremos en octubre, y yo creo que tarde o temprano lo haremos en todas las ciudades donde normalmente vamos, o esa es nuestra intención, y yo sinceramente creo que lo podremos conseguir. Es más fácil mover este último espectáculo que los anteriores, que eran más complicados a nivel de producción, y teníamos la sensación de que habíamos hecho cosas muy especiales a nivel escénico pero que mucha de la gente que nos sigue no había tenido acceso a ellos y era un poco una lástima. Yo creo que con este espectáculo vamos a poder llegar a todo el mundo».
¿Es descabellado calificar vuestros dos últimos trabajos de discos conceptuales?
E: «A mí es una palabra que no me gusta mucho, sobre todo porque se ha usado demasiado y con unos referentes demasiado concretos en el mundo de la música, y en general no me gusta sentirme encasillado y menos aún con propuestas tan concretas como las que uno piensa cuando dicen «discos conceptuales». Sí es verdad que trabajamos mucho la unidad de los discos y que todas las canciones expliquen una historia, o expliquen algo de una manera parecida y que formen una unidad todas las canciones… De eso a que sea disco conceptual, no lo sé, yo no lo llamaría así… Sí es verdad que por ejemplo este último disco está muy trabajado, son tres EP’s, y está todo muy medido y muy pensado, y yo simplemente creo que explica una historia, y ya está, preferiría no ponerle nombre».
¿Qué nexo une ‘Adelante Bonaparte’?
E: «‘Adelante Bonaparte’ son tres EP’s que tratan de alguna manera tres etapas diferentes de la vida de una persona. En el fondo es muy sencillo, yo creo que ‘Adelante Bonaparte’ habla de las cosas más básicas y elementales, no intenta ser muy ingenioso ni retorcido, ni ocurrente en su planteamiento, ni en su forma, ni en su contenido, y simplemente en este caso, pues hay un primer EP que habla de la infancia, o de recuerdos de infancia, y es una especie de homenaje a los padres. El segundo EP trata sobre todo la adolescencia/juventud, en la que uno se enfrenta de alguna manera al mundo y se encuentra con una serie de decepciones normalmente, y que yo también muchas veces lo he entendido como un homenaje a tus amigos, ¿no? Son esas cosas que has compartido a la vez que toda la gente que tiene tu edad, o que ha pasado por las mismas circunstancias a la vez que tú. Y hay un tercer EP que de alguna manera resuelve este segundo, y que te vuelve a unir al primero de alguna forma, que es la llegada del amor. No hay nada más universal que el amor y que la importancia del amor para darle sentido a las cosas y de alguna manera resuelve ese desencanto del segundo EP y te remite al primero, porque muchas veces el amor desencadena el nacimiento de tus hijos, con lo cual vuelve a empezar toda la cadena. De alguna manera la historia es circular porque está claro que cuando alguien nace, vuelve a pasar por todo el ciclo, y el disco entero habla desde el momento en el que alguien muere, un familiar muere, un progenitor, un padre muere, hasta que uno es padre. El disco en sí habla de ese proceso que hay entre una cosa y otra y por qué se pasa por estas fases, nunca puedes llegar a explicar una cosa así pero sí intentar acercarte a ello».
¿Y en el caso de ‘Vivalaguerra’?
E: «‘Vivalaguerra’ era un momento… Todo esto al final responde a etapas personales que se pasan, ¿no? Ahora por ejemplo pues tocaba esto porque en mi vida diaria tengo muy presente todo esto de lo que te hablaba de ‘Adelante Bonaparte’, y es mi día a día, es lo que veo cuando voy por la calle, lo veo todo en esa clave… Hace unos años la clave era otra, que era la lucha personal por no sentirse vencido por el mundo. O por lo que te acaba imponiendo todo lo que no eres tú. En ese sentido ‘Vivalaguerra’ es un grito positivo de reivindicarse a uno mismo, y sobre todo luchar por lo que quieres y por lo que crees. En ese sentido, las canciones tratan diferentes situaciones y diferentes contextos, pero al final en el fondo siempre hay esa reivindicación de uno mismo frente a las adversidades».
¿Cómo surgió el proyecto de creación colectiva «Yo solo necesito cariño, respeto y atención»? ¿Qué nos puedes contar al respecto?
E: «Ya hace un tiempo nos gusta hacer este tipo de proyectos, en los que… como es muy obvio en nuestros discos, volcamos mucho de nuestra vida íntima y personal, y estamos como ahí, muy delante de todo, muy en el escaparate. Este tipo de proyectos nos permite también tratar temas interesantes, pero desde otro lugar, mucho más detrás, ¿no?, donde es la gente misma la que va generando el contenido y la que lo enriquece, y la que lo hace interesante. Este proyecto está pensado para nuestra página web, y es una convocatoria abierta en la que ponemos a disposición de la gente tres números de teléfono, y la gente tiene que llamar a estos números de teléfono cada vez que tenga una carencia de una de estas tres necesidades básicas. La gracia era pedir necesidades básicas, además de las que no se habla muy a menudo, pero que son al final lo mínimo con lo que todos pasamos. Si tienes eso puedes estar tranquilo y puedes estar feliz, y el proyecto intenta mostrar eso de alguna manera, pero con la aportación de toda la gente. La gente tenía que dejar un mensaje en el contestador diciendo dónde está y qué hora es, y nosotros luego con esta información lo colgamos en la página web con unas chinchetas como en el Google Maps. De hecho ya se puede ver un mapa donde se ven esas aportaciones, esas confidencias casi íntimas y anónimas de la gente que ha tenido esas sensaciones de carencia. A mí me gustan mucho los proyectos de creación colectiva, porque pones una pequeña ventanita y la vida misma se muestra en toda su riqueza y variedad. Hay quien simplemente te contesta a eso, lo que tú pedías, de forma muy metódica y muy bien, luego hay quien te explica sus problemas porque lo está pasando mal, hay quien se lo toma a cachondeo, hay quien solo ves que intenta decir algo, pero no lo llega a hacer, pero sientes esa sensación… Es como que en estos proyectos de creación colectiva aparece una riqueza que yo nunca hubiera podido llegar a pensar ni imaginarme, y me gusta ser partícipe de eso y dejar que la vida misma se muestre».
De hecho, parte de esto acabó en ‘Adelante Bonaparte’, ¿no?
E: «Sí, bueno, cogimos algunos audios, unos cuantos, y los pusimos como samples en el disco, aunque ese no era el fin principal, pero sí repescamos algunas de las llamadas».
¿Por qué decidisteis desligaros de BCore y lanzaros a la autoedición?
E: «Bueno, a Jordi (NDE: Llansamá, fundador del sello) y a BCore les tenemos mucho cariño, respeto y devoción. Hemos estado muchos años con ellos, lo que pasa es que somos un grupo un poco característico, que hace cosas fuera de lo común, a veces cosas no muy racionales (risas), o un poco difíciles de explicar y justificar a una discográfica, que es quien en teoría te lo tiene que pagar o ayudar a promover, o tiene que apoyar de alguna manera. Con el tiempo nos dimos cuenta de que en realidad para desarrollar todo lo que nos gustaría desarrollar, teníamos que tener nuestra propia casita hecha a nuestra medida, y buscarnos la vida para todo, para la financiación, para la distribución, contratación, también para las películas, los documentales que hemos hecho… buscarnos la vida y hacerlo todo nosotros mismos porque al final es mucho más natural y fácil que intentar convencer cada seis meses a alguien de un proyecto loco que se le escapa de sus posibilidades muchas veces. En ese sentido desde que hicimos ‘Buena Suerte’ nos ha ido mejor, creativamente hemos podido llevar cosas más lejos, y el público también lo ha notado, y nosotros estamos más contentos y trabajamos muchísimo más, pero también es en beneficio de nuestra carrera, o sea que es la mejor decisión que podríamos haber tomado».
A lo largo de vuestra carrera ha habido importantes cambios en la formación de la banda. ¿En qué medida consideras que ha afectado a vuestro sonido?
E: «Hmmm… es difícil saberlo… Por un lado las bajas que ha habido en el grupo nunca las hemos buscado, han sido espontáneas, y ha sido gente que ha dejado el barco porque realmente no es fácil estar en Standstill y se pide mucho a toda la gente que participa del proyecto. Entonces lo que ha acabado pasando es que cada vez que alguien se ha ido, hemos intentado darle la vuelta al problema y encontrar una persona adecuada a lo que nos apetece hacer en el siguiente proyecto. Eso por un lado. Por otro lado, obviamente, la gente que llega tiene su personalidad y aporta muchas cosas, mucho más allá de lo que nosotros teníamos previsto antes de ficharlos, con lo cual es difícil saber hasta qué punto uno ya lo busca o hasta qué punto la gente que llega condiciona… No sé, es difícil de valorar y saber por qué pasan las cosas. En cualquier caso nosotros siempre somos constructivos con todo lo que nos pasa y esa es la única clave, yo creo.
¿Qué tal va el documental que esta filmando Vincent Moon sobre vosotros?
E: «Bien, ya está filmado. No es tanto un documental como los otros que habíamos hecho, que si eran bastante sobre nosotros. Este es un documental con nosotros, nosotros de hecho en las calles de Madrid, de viaje también, en Barcelona y viajando a Madrid. Estuvimos unos días con él, y nada, está filmado, y falta montarlo. Todavía es un misterio, ni nosotros mismos sabemos qué va a ser de ello. En cualquier caso fue una buena experiencia, él es una persona con mucha energía y mucho talento que nos ha empujado a hacer cosas que nosotros no haríamos por nuestro propio pie, y solo por eso ya nos parece interesante la propuesta, seguro que estará bien el documental, aunque ahora mismo no sé cómo será».
¿De qué manera puede evolucionar el sonido de Standstill en el futuro?
E: «Yo creo que la gracia de todo esto es no tener ni idea de lo qué va a pasar en el futuro. Si algo nos hemos tomado en serio siempre, ha sido, como decíamos al principio de la entrevista, escucharnos a nosotros mismos en cada momento, y como uno nunca sabe lo que le va a pasar en la vida ni lo que le va a estimular artísticamente, para mí la gracia y la magia es no saber cómo será el próximo disco hasta que ocurra, porque ya seré otra persona, y todavía no sé cómo seré ni lo que me habrá pasado, y ese vacío y ese horizonte que tienes delante y no sabes lo que es, es lo que nos da vidilla en realidad».