Klaxons / Surfing the Void

Ni más ni menos que tres años han sido necesarios para que los Klaxons presentasen la continuación de ‘Myths Of The Near Future’, el que fuera su disco de debut allá por 2007. Por fin lo han conseguido, y lo hacen cambiando ligeramente su sonido, volviéndose mucho más guitarreros. Lo más probable es que este hecho se deba a la influencia de su productor, Ross Robinson, que ha trabajado para bandas como Korn o Slipknot.

Pero hagamos un poco de memoria: los mentideros dicen que la compañía discográfica rechazó el disco que tenían pensado, algo que la banda británica se ha empeñado en desmentir en todas y cada una de las entrevistas que han hecho, incluida la nuestra. Según ellos, no fue más que una confusión con los medios de comunicación: simplemente tocaron algunas canciones para Universal, algunas de ellas muy experimentales, y quedaron con la discográfica en que trabajarían sobre el material experimental únicamente en un hipotético EP que se publicará tras el disco. Una versión oficial que viene a intentar despejar una duda que tendrán muchos fans al escuchar ‘Surfing The Void’ por primera vez: ¿es esto realmente lo que los Klaxons querían hacer?

Entrando en materia, el problema está en que el nuevo disco acarrea exactamente la misma deficiencia que su predecesor. ‘Surfing The Void’ tiene unos cuantos singles potenciales de mucha calidad, que dan un soplo de aire fresco al álbum al tiempo que mantienen la impronta Klaxons por todos lados, todo aquel lío de la nu-rave

que se montó en su día, y que no resultó ser más que una farsa. Así es como ‘Echoes’, ‘Flashover’, ‘Twin Flames’ o ‘Valley Of The Calm Trees’ dan un respiro en una mezcolanza de temas aparentemente inacabados y / o muy poco trabajados. ‘Venusia’, ‘Cypherspeed’ o la que da título al álbum, ‘Surfing The Void’, quedan claramente en evidencia cuando son comparadas con las anteriores, como temas menores que son.

Y es que los Klaxons no han sabido adaptarse del todo a su nuevo sonido en el estudio. El álbum es notoriamente más denso, pero en algunas canciones esta densidad se torna opaca. La producción no es todo lo pulcra que debiera, y las melodías se vuelven pobres, prácticamente inexistentes. Esto termina empañando un disco que hubiese triunfado con algo de trabajo de estudio… o con un productor más en la línea de lo que realmente querían hace los Klaxons, que parece que no ha sido el caso.

Calificación: 6/10
Lo mejor: ‘Echoes’, ‘Flashover’, ‘Twin Flames’ y ‘Valley Of The Calm Trees’
Te gustará si te gustan: ellos mismos. El ruido sin control.
Escúchalo: Myspace.