Muchos temas de Lady Gaga, de hecho, necesitan de elementos diferenciadores para que los distingamos unos de otros. El problema de ‘The Remix’ es que los productores contratados no son tan radicales ni se diferencian tanto entre sí. De hecho, muchos han colaborado entre ellos y los que no, terminarán haciéndolo, lo que contribuye a que el álbum no sea precisamente un cúmulo de variedades y sorpresas. Más bien la mayoría se limita a poner unos «pumba-pumbas» por aquí y por allá, insinuando a veces subidones que no terminan de producirse (si por lo menos hubiera un poco más de bakalao…), y haciendo muy difícil al público adivinar qué remezcla ha hecho cada uno.
Otra razón por la que el disco está exento de radicalidades es porque cada artista parece demasiado al servicio de Lady Gaga. Muy poco del sonido de Passion Pit reconocemos en su remezcla de ‘Telephone’ y poco de The Sound of Arrows encontramos en su revisión de ‘Alejandro’ (al principio parece una versión de Kylie). No podemos decir que ‘Bad Romance’ aparezca mejorada en manos de Starsmith ni que vayamos a pinchar próximamente el ‘Eh Eh (Nothing Else I Can Say)’ de Pet Shop Boys.
Una pena lo que pudo haber sido esto y no es ¿por desgana? Entre lo poco destacable, los extremos: la intervención de Marilyn Manson en ‘Love Game’, la versión a piano de ‘Poker Face’ y un poco el ‘Paparazzi’ de Stuart Price. Por suerte, a los que no vivimos en Reino Unido y Estados Unidos, su discográfica, Haus of Gaga o ella misma nos han avisado de lo que hay con esta portada tan «soy un disco de transición, de relleno, un «fake» de gasolinera, no me compres».
Calificación: 3/10
Lo mejor: ‘Poker Face (live)’, ‘Love Game (Chew Fu Ghetto House)’
Te gustará si te gustan: muchísimo los singles de Lady Gaga en cualquiera de sus posibles presentaciones
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