Hubo, por fin, avistamiento de Johann Wald en Galicia. El presentador se encargó de conducir el evento ayudando a optimizar nuestra pobre pronunciación inglesa y animando a los asistentes a corear la cuenta atrás que servirá para dar inicio a la emisión en abierto de la MTV España el próximo 16 de septiembre.
Abrió la tarde Eme DJ, que salió airosa de los problemas técnicos y de un formato y una hora quizá no demasiado propicios. Pinchó clásicos (Pixies) y hits de hoy mismo (Javiera Mena) y de mañana (Ting Tings) sin recurrir en exceso a obviedades.
A los gallegos Cornelius 1960 no les acompañó la suerte con el sonido, que se cayó hasta en dos ocasiones en el auditorio (en la emisión en streaming del evento ni se notó). Con esto consiguieron llamar más la atención del público que con su pop-rock que recuerda, por fortuna y por desgracia, a demasiadas cosas.
Con The Temper Trap uno se pregunta constantemente si está presenciando el nacimiento de una gran banda para las masas. Es complicado (y absurdo) meterse en este tipo de vaticinios, pero si el éxito no dependiese tanto del azar como del trabajo y sus resultados, los australianos merecerían un futuro próspero. Su escaso repertorio bordea los límites del hit, y en alguna ocasión (la celebrada ‘Sweet Disposition’ o ‘Science of Fear’) cruzan esa línea con comodidad. Curiosamente, la menos suya de las canciones de su debut, la instrumental ‘Drum Song’, en directo es un sorprendente trallazo al más puro estilo Safri Duo indie. Se mostraron muy agradecidos con el público y con la gastronomía gallega (“I particularly like the pulpo” dijo Dougy Mandagi) y disfrutaron desde las gradas del resto del MTV Galicia 2010.
A mitad de ‘Ready to Start’, Win Butler ya sudaba lo que no estaba escrito. La espectacularidad de los Arcade Fire en directo merece todos los adjetivos hiperbólicos que se escriben sobre ellos y más. Su entrega a la música se convierte en el elemento central de su puesta en escena, acompañada de forma secundaria de una simple pantalla. No necesitan más. Cada canción es un himno, y el público corea música, letra y “uooooos” hasta la afonía. Es cierto que las canciones de ‘Funeral‘ son más celebradas que alguno de sus clásicos futuros como ‘Sprawl II (Mountains beyond mountains)’ o ‘Rococo’ (sintiéndolo mucho por sus detractores, en directo suena impecable), que no parecen haber cuajado aún entre los fans, pero de cualquier manera la comunión artista/público es inolvidable. Dedicaron ‘Intervention’ a los peregrinos, única referencia al Xacobeo de todo el evento, y, antes de rematar faena con ‘Keep the Car Running’ y ‘Wake Up’ en el bis, recordaron su visita a España el próximo noviembre. Nótese que no se ha recurrido en todo este párrafo al uso del adjetivo “épico”. Oh, wait…