La sensación de pérdida manda en las letras de ‘Innundir Skinni’, que en el libreto del CD aparecen traducidas del islandés al inglés (un poco de aquella manera). ‘Madrid’, para la que ha reservado los arpegios más bonitos del disco, habla sobre una ruptura en la ciudad, ‘Vinkonur’ es una carta a cuatro amigas con las que ya no se mantiene contacto y además el álbum aparece dedicado a la memoria de Rut (Little) Magnússon.
Otras pistas como ‘Surrender’ buscan la purificación a partir de esa derrota. No es el único mérito del disco, pero no se puede negar que los coros de Björk en esta canción dan lugar al momento más conseguido. Quizá la ex Sugarcube intuyese en ella la melodía más cálida del álbum y por eso su participación le viniera casi sola
, precisamente porque sin su voz el tema también funcionaría a la perfección.Es lo que pasa cuando las canciones son honestas, que los arreglos parecen haber estado siempre ahí. Ólöf dice que este disco va «en muchas más direcciones, tiene muchos más instrumentos, es más explosivo y está menos concentrado» que el primero, pero los matices son sutiles. Kjartan «Kjarri» Sveinsson de Sigur Rós ha hecho un buen trabajo co-produciendo el álbum junto a Davíð Þór Jónsson. Así, Ólöf suena como una de esas nuevas cantantes de weird-folk (aunque ya sabéis que lo «weird» de verdad es hacer una canción que se llama ‘My Humps’), pero con pequeños grandes arreglos que elevan canciones como ‘Vinur Minn’ o ‘Jonathan’ hacia lugares siempre reconfortantes.
Ólöf toca este sábado 25 de septiembre en Barcelona y el lunes 27 en Madrid.
Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘Surrender’, ‘Vinur Minn’, ‘Crazy Car’.
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