‘Glitter’, el single de adelanto, confirma las sospechas y transmite las mismas buenas vibraciones de ‘Losing Feeling’: menos punk y más shoegaze es la nueva filosofía de Spunt y Randall. Su disco más largo (casi llega a los 40 minutos, hecho insólito en ellos) abraza sin miedo los sonidos de My Bloody Valentine o Slowdive pero desde la perspectiva de, por ejemplo, Urusei Yatsura, coetáneos de estos grandes referentes, que practicaban un estilo similar, pero más directo y sucio.
Y para directas y sucias ‘Fever Dreaming’ y ‘Depletion’, que junto con las dos primeras (‘Life Prowler’ y la citada ‘Glitter’) vendrían a marcar el ritmo del disco: temas en los que se muestran más evolucionados y temas en los que recuperan la rabia descontrolada de sus inicios. Y está muy bien que quieran seguir sonando agresivos, pero con tantos grupos parecidos en la escena actual, ya no suenan tan frescos en ese aspecto, ya no sorprenden tanto, y queda bien claro que cuando más excitantes llegan a ser es cuando se vuelcan en su nuevo sonido, más complejo y rico en detalles. Es ahí donde ‘Everything In Between’ tiene sus mayores logros.
Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘Glitter’, ‘Fever Dreaming’, ‘Dusted’, ‘Shred And Transcend’, ‘Chem Trails’.
Te gustará si te gustan: Japandroids, Wavves, el shoegaze.
Escúchalo: The Guardian