Hay una especie de convención en torno a las versiones que dice que si una adaptación de una canción es muy fiel al original, no es una buena versión. Pero ocurre también que el afán de hacer algo distinto no es suficiente para dar vida a la canción. Para mí, lo importante es que la versión suene especial, aunque no sé explicar con palabras qué quiere decir esto. En ‘El Alpinista De Los Sueños’ hay de todo, pero pocas versiones especiales, con resultados en general desangelados que parecen poco sentidos. Seguramente esta sensación es equivocada y, por eso precisamente, el homenaje resulta fallido.
En el grupo de cortes que dotan de carácter propio sin, repito, necesariamente alejarse de las interpretaciones de Vegas se encuentran los únicos que se dieron por aludidos en la polémica con Puig, Lori Meyers, logrando que ‘Esperando nada’ suene como un tema propio. Algo parecido a lo que sucede con los mexicanos Zoe, que trasladan ‘Persiguiendo sombras’ a su personal space pop, sin que resulte estridente. También Amaral, que ya triunfaron con una versión conjunta con Vega de ‘Cómo hablar’ (curiosamente su canción más escuchada en Spotify), saben dar a la genial ‘Atrás’ un toque personal que suena sincero y cariñoso. Sidonie y Anni B Sweet huyen de la crudeza acústica de ‘Se dejaba llevar por ti’ y la aceleran con habilidad, brillando especialmente la voz de la madrileña.
Hay otro bloque, muy numeroso, de adaptaciones que optan por ser respetuosas con los originales, con sencillez y sentimiento pero más bien discretitas. Entre estos se cuenta el ‘Lucha de gigantes’ de Love Of Lesbian y Zahara (maravillosa voz), prácticamente calcada a la original. Y lo mismo ocurre con Enrique Bunbury y ‘Una décima de segundo’. Bajarle el ritmo a ‘Quiero Estar Mejor’ es la opción de Los Planetas, pero el resultado es algo plano. Ídem para el tándem formado por Nena Daconte y L.A. que interpretan ‘Tesoros’ calcando casi cada «uoh» que sonaba en ‘No me iré mañana’. Lo mejor que podemos decir de ‘Elixir de juventud’ de Shuarma es que no la destroza, ya es algo. Mejor lo hacen Napoléon Solo, dando un toque propio a ‘Sonrisa de ganador’, pero quizá hubieran brillado más con un tema más popular. Y escandaloso es lo de la tal Irma La Dulce
, que fusila ya no ‘Chica de ayer’ sino la versión en inglés de Gigolo Aunts, algo del todo innecesario.Y luego está el grupo de artistas que trata de dar su toquecito, con resultados desiguales. Marlango, pese a la trompeta y demás, no logran hacer nada destacable con ‘El sitio de mi recreo’, y en el mismo saco podríamos meter los glitches de Ivan Ferreiro en ‘Desordenada habitación’. Aburridas ambas. El intento por sacar algo interesante conjugando la marcada personalidad de Bebe y el rap de Shinoflow es loable, pero a alguien se le olvidó crear una base mínimamente dinámica para un ‘Estaciones’ que carece de la intensidad que Vega imponía en el corte que abría ‘De un lugar perdido’. Solo DePedro con Calexico consiguen que el esperado toque fronterizo de ‘Mi hogar en cualquier sitio’ resulte bonito, evocador y emocionante.
Pobre saldo artístico, pues, el de este homenaje. Aunque bien mirado, el mejor homenaje que pueden hacer estos artistas a Vega era estar en el disco. Con que un pequeño porcentaje de sus fans se fijen así en el inigualable cancionero de uno de los mejores compositores que ha visto nuestro país en las últimas décadas merecerá la pena.
Calificación: 4/10
Lo mejor: ‘Mi hogar en cualquier sitio’ por DePedro & Calexico, ‘Se dejaba llevar por ti’ de Sidonie y Anni B Sweet, ‘Atrás’ de Amaral
Te gustará si te gustan: Love Of Lesbian, Nena Daconte, Amaral
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