Al principio un poco apagados, como las poco más de 100 personas que acudieron al concierto (no acompañaban ni día ni climatología), la presencia escénica de los de Florida llama poderosamente la atención, centrada en su líder John Paul Pitts. Educadísimo y divertido, chapurreando castellano, vestido como si fuera el día de su graduación, Pitts se mueve por el escenario como si hubiera aprendido a tocar la guitarra en clases de bailes de salón.
El setlist fue, evidentemente, muy corto, y por fortuna cogió fuerza de inmediato. Poco importa que el concierto no llegue a la hora de duración cuando el repertorio está compuesto de canciones tan redondas y potentes como ‘Fast Jabroni’, ‘Twin Peaks’, ‘Harmonix’ o la celebérrima ‘Swim’, todas ellas mucho más enérgicas en su versión en vivo. Lo completaron con alguna canción nueva (como ‘I’m Not Ready
‘, ya bastante conocida), que no hacen más que confirmar que ‘Astro Coast‘ tendrá una presumible notable continuación. Como remate, un nada rácano bis que incluyó su habitual versión del ‘Elder Box’ de Pavement, uno de sus referentes más obvios, momento en el que Pitts abandonó su guitarra y saltó entre el público micro en mano.Abriendo la noche, sin mucho en común con los Surfer Blood, los vigueses Eladio y Los Seres Queridos estrenaron formación y, por fin, nuevas canciones. Formarán parte del nuevo trabajo que saldrá a la calle, previsiblemente, en febrero del próximo año. Cuando, de forma muy discreta, aparece alguna base electrónica sus canciones ganan puntos. El resto del repertorio convence, sin más. 5,5.