‘Burlesque’: llega el musical de mercadillo

Desde que Catherine D’Lish actualizara el burlesque a principios de este siglo, el género ha ido saliendo poco a poco del antro cabaretero para instalarse con fuerza dentro de la iconosfera de la cultura pop. La gran responsable de esta mutación ha sido Dita Von Teese y sus espectáculos de erotismo de diseño, fetichismo profiláctico y glamour retro. Es el llamado neo-burlesque.


Entonces, ¿es ‘Burlesque’ la respuesta cinematográfica a esta tendencia vodevilesca? No. Ni de lejos. Para rastrear el origen de esta película hay que acercarse a la figura de Robin Antin, la creadora de las Pussycat Dolls y gran responsable de la introducción de la estética burlesque dentro del mainstream musical. Su visión higienizada de dicha estética es la que ha adoptado Steve Antin, director de ‘Burlesque’ y, sí, hermano de la exitosa coreógrafa. Olvidado sex symbol ochentero (‘Los Goonies’, ‘El último americano virgen’), Steve dejó de intentar hacer carrera en la interpretación para, gracias a su hermana, producir ‘Pussycat Dolls Present’, un reality del canal The CW donde se buscaba a la nueva “doll” del grupo.

Pues bien, de ahí parte su segunda película como director, tras ‘Última sospecha 2’ (2006). ‘Burlesque’ es un mediocre musical de backstage, que adopta la estética del burlesque pacato y el discurso de autosuperación de reality para, envasado al vacío, ser consumido por preadolescentes fans de la Aguilera, la lencería de Victoria’s Secret y la telerrealidad musical. Una versión gazmoña de ‘Showgirls’ (1995), de guión anoréxico y personajes caquécticos (¿Stanley Tucci ha actuado o lo han escaneado de ‘El diablo se viste de Prada’?), que sólo funciona como vehículo para el lucimiento de los diseños Swarovski y de la capacidad vocal de Cher y Christina Aguilera. 4.

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Publicado por
Joric