Después de una buena retahíla de recopilatorios, Roxette vuelven a sacar un disco de estudio, el primero en diez años y el primero tras el tumor sufrido por Marie. Todos queríamos que el dúo volviera a salir adelante, sus dos álbumes anteriores habían encontrado el éxito ya sólo en países aislados y ‘Charm School’ tenía que ser por fuerza su disco de «comeback». Siendo optimistas, el grupo ha decidido permanecer fiel a sí mismo y no recurrir a productores internacionales de moda para actualizar su sonido, que sigue mezclando guitarras y electrónica en «pop hits» (el single ‘She’s Got Nothing On But The Radio’) y «ballad hits» (las destacables ‘In My Own Way’, ‘Happy On The Outside’). Siendo pesimistas, es una pena que no hayan querido trabajar el disco más en el estudio para que canciones que no están mal fueran redondeadas. ‘Only When I Dream’ comienza como un himno pseudo-Coldplay… que se estropea en las estrofas. ‘I’m Glad You Called’ era una bonita balada acústica… que parece a medio terminar. ‘Big Black Cadillac’ se hace la moderna… pero no lo consigue del todo. Aun así, sus fans se engancharán con poco esfuerzo a casi todas sus pistas, en especial a la notable ‘After All’, muy Beatles; y encontrarán material suficiente para discutir cuáles son sus favoritas, que ya es.
Calificación: 5/10 Temas destacados: ‘After All’, ‘She’s Got Nothing On (But The Radio)’, ‘Happy On The Outside’ Te gustará si: les estabas esperando Escúchalo: Spotify