Milton: «Su último disco es muy elaborado en cuanto a producción, respecto a eso, ¿qué opinan del vivo, cómo se plantean esa instancia en el momento de producir un tema, es un impedimento al producir el no tener claro como reproducirán eso en directo?»
Santi: «El disco es el primero que hemos arreglado como banda, todos los demás eran nosotros dos con el ordenador programando cada nota de batería, incluso en nuestra primera maqueta los teclados no están tocados sino también dibujados nota a nota sobre un secuenciador. En este disco hemos estado con los músicos preparando las canciones desde el primer momento y la grabación de hecho ha sido en directo, todos juntos en una misma sala. El problema es la orquesta, que está muy presente en el disco, y tenemos que llevarla pregrabada en directo, tal vez en un futuro nos juntemos con un cuarteto de cueerda para reproducir lo que está en el disco, es algo que nos gustaría mucho hacer».
Milton: «Leí que grabaron el disco con la Orquesta Sinfónica de Bulgaria ¿Cómo fue que lograron armar tal empresa? Y si pudieran, comentar la experiencia que fue trabajar con músicos de esa talla y cómo fue el posterior trabajo de mezcla».
Guille: «Fue una tarea difícil. José Sánchez-Sanz, nuestro teclista, ya había trabajado con la orquesta para la banda sonora de una película. Queríamos hacer disco bonito, con muchas cuerdas, y a la vez algo barroco, y si usas samplers o cuerdas de teclados no te dan la suficiente expresividad, no queda natural, ni mucho menos bonito. Así que Jose nos propuso ir y nos tiramos a la piscina. Viajar a Sofía fue increíble, una de las mejores experiencias de mi vida fue ver a cuarenta personas interpretar nuestras canciones en una maratoniana sesión que casi acaba con nosotros. La mezcla fue otro asunto peliagudo, había canciones con 130 pistas y disponíamos de unas ocho horas para mezclar cada canción, cosa que hicimos en una mesa analógica MCI de 1972. Fue un trabajo muy estresante, pero al final quedamos contentos».
Mariana: «¿Saben algo de Chile aparte del terremoto y los mineros?»
Guille: «Curioso, esto me recuerda a una pregunta que le hizo el jurado a una aspirante a Miss España sobre Rusia. Conozco parte de su escena musical porque por aquí últimamente se habla mucho de ella. También tengo cierta idea de cómo funcionan las cosas por allí, parte de su cultura y un mínimo de historia. Crecí junto a una amiga de mi familia que es de Santiago y nos solía hablar de cómo era aquello. Otro gran amigo nuestro, Cristian Velásquez, también chileno, se ocupó de tocar la batería en nuestro último disco y le he estado acribillando a preguntas sobre su país casi desde que le conozco. También tenemos a Claudio, que lleva nuestro club de fans en Chile, a quien desde aquí mandamos un saludo. Eso sí, hasta que no veamos todo aquello con nuestros propios ojos me temo que no sabemos nada de Chile».
Mariana: «Nosotros creemos que la escena del pop independiente española es muy fuerte y ha perdurado mucho a través del tiempo, a diferencia de lo que sucede en otros países, en donde el rock y otros géneros han sido los principales, ¿a qué creen que se deba eso?»
Santi: «La escena independiente en España durante muchos años ha sido relegada a las catacumbas y al escaso éxito comercial, eso ha hecho que nunca se haya plegado a intereses comerciales y que la gente haya hecho lo que haya querido, con estilos totalmente en contra de lo que ha estado triunfando en cada momento. Sólo ahora me parece que está dándose una oportunidad a todas estas bandas, internet ayuda mucho como comprobaréis esta noche, ya que ha dado la oportunidad a mucha gente de conoceros, venís en el mejor momento para bandas como las nuestras».
Milton: «Cuánta agua ha pasado entre ‘Lo tuyo no tiene nombre’ y la maravilla de ‘Cardiopatía severa’. ¿Ven la música y la vida con ojos distintos que en aquella época?
Guille: «Han pasado diez años de lluvias, cambios, aventuras y desventuras. Lógicamente no se ven las cosas igual, no, pero hay ideas que vas corroborando y otras en las que ves que estabas más equivocado que otra cosa. Hemos encontrado nuestro sitio, o al menos uno en el que nos sentimos bien. Antes éramos dos chavales que hacían sus canciones en nuestras habitaciones, no conocíamos a nadie del panorama musical y ahora tenemos que lidiar casi a diario con la parte aburrida de esto: los papeleos, las reuniones, discográficas y ese tipo de cosas. Lo que más nos gusta sigue siendo componer y escribir. Eso sigue intacto».
Ma: «Desde siempre conozco a gente seguidora del panorama independiente español. Pero no es tan mayoritario, no es tanta la gente que se dedica a investigar y descubrir».
Milk: «Existen dos niveles, el primero es a nivel de prensa que suele usar como aval los medios más tradicionales para agarrarse de los últimos hypes de la música. Así vemos que en el último tiempo proyectos como Delorean o El Guincho han entrado bastante bien gracias a la presencia que han logrado en medios como Pitchfork, por dar un ejemplo. Ahora está un segundo nivel de chicos que únicamente por busquillas en la web logran dar con bandas que la prensa no da mucha atención y que genera una especie de público de culto. Y bueno, ahí no se tiene mucha noción de cuánto se conocen los proyectos, pero sí sabemos que la escena independiente española tiene de todas formas sus seguidores de la mano de proyectos como ustedes, Los Planetas, La Casa Azul, Joe Crepúsculo, Astrud, etc…»
Santi: «¿Cómo lleváis ser conocidos a miles de kilómetros sin haber estado nunca aquí ni haber tenido apenas promoción y que haya tanta expectación con vuestro concierto?
Milk: «La verdad, yo no trato de pensar mucho en eso. No sé cómo nos recibirá la gente ni que tan conocidos o desconocidos somos, esperamos sólo hacer lo que hacemos siempre y pararnos en el escenario tal como nos paramos en la vida cotidiana».
Ma: «Creo que los videoclip fueron un arma para esto, de la mano de blogs de lectores de varios países y de Facebook».
Guille: En vuestras letras nombráis a bikers, surferos, skaters… ¿le dais a eso del deporte?
Milk: «Ya nos gustaría, pero la verdad, no mucho. Yo ando un poquito en skate pero más que nada para trasladarme, pero me encantar ser espectador de ese tipo de deportes».
Ma: «Cuando niña, mucho tiempo quise ser futbolista cuando grande. Ahora ando en bicicleta mucho y, en cuanto se da la oportunidad, nado (cuando chica hacía natación)».
Santi: Voy a poneros en el brete de hacer lo que un músico nunca debe: hablar de política ¿Qué opináis sobre el revuelo político / mediático en torno al asunto de los mineros de hace unos meses?
Milk: «Bueno, es el tipo de desastre que uno se imagina como excelente excusa para un guion o como argumento de una canción, pero sin duda que la realidad debe ser tan horrorosa que luego uno trata de verlo con tal distancia que te toque lo menos posible. Esa distancia es la que hace que uno vea mucho de acto político detrás de todo eso, pero sin duda que en esa situación un gobierno tiene que hacer lo que tiene que hacer. Sólo espero no sea usado como propaganda en la próximas elecciones, pero que ni siquiera voto así que en el fondo me da un poco lo mismo».
Ma: «Primero, personalmente, esos fueron hechos que me impactaron demasiado. Las tragedias de otros países, siempre las vi demasiado lejanas. Ahora sentí por primera vez en mi vida algo por los chilenos, algo de verdad y estuve realmente muy triste todos los días por mucho tiempo. En cuanto al revuelo, creo que este nuevo gobierno se ha aprovechado mucho de estas «oportunidades», sobre todo de lo de los mineros, para acaparar gente».
Guille: Teniendo canciones tan redondas como ‘Olas gigantes’, ‘Los bikers’ o ‘Diane Keaton’… ¿Por qué decidisteis sacar como single ‘Los adolescentes’, prácticamente 7 minutos de canción?
Milk: «Nos gusta jugar un poco a eso del antisingle, era como una especie de broma que queríamos hacer, creemos que el single más evidente no necesita tanta promoción, pero ahí le damos nosotros una ayuda a las que necesitan un empujón y ahí luego se nivela más el disco».
Ma: «Como dice Milk, son antisingles, queríamos ver qué pasaba».