El dúo debutó en 2006 con ‘Bravo!’, un disco en el que sentaban las bases de su sonido alternando la delicadeza folkie con los cuidados arreglos de viento de ‘Shotgun Sister’, con temas más musculosos como ‘Gold’, ‘Oh Oh’ o ‘We Are Happy Now (La La La)’ que, sin duda, demostraba que su acercamiento al pop era más bien poderoso que ñoño, cercano a The Spinto Band o Clap Your Hands Say Yeah, con toques cabareteros y jazzies al estilo de su compatriota Miss Li.
En 2008 llegó ‘Tour De Hearts’, notablemente superior al primer álbum gracias a canciones tan redondas como ‘Old Man’, con una sección de vientos maravillosa, o la exquisita ‘The Cure’, que recordaba a sus compatriotas de Shout Out Louds. En cortes más plácidos como ‘Oh No’ se acercaban más a sonidos americanos como los de los recientemente desaparecidos Port O’Brien.
Solo un año después llegó ‘For New Beginnings’, en el que se aprecia cierto inmovilismo en su propuesta (hasta la fecha, siguen presumiendo de pasar bastantes horas al día privando), lo cual no es óbice para que entreguen su canción más conocida hasta la fecha, la preciosa ‘If I Die Now’. Pero en el reciente ‘The Beginning Of The Beginning Of The End’ (ya sabéis cuál es su palabra favorita en inglés además de beer) dicen buscar una nueva dirección, no solo cantando al desamor sino también a la felicidad y la esperanza. Eso está muy bien, sobre todo si trae canciones de nuevo tan certeras como ‘Larionov’, ‘Come On’.
En definitiva, no parece que Friska Viljor sean un grupo que le cambie la vida a nadie, pero su admirable talento para crear melodías bonitas (toda su discografía está disponible en Spotify) como pocas sí servirá para hacernos un poquito más felices. Y por eso se merecen un pedazo del pastel que se están llevando compatriotas suyos como I’m From Barcelona o los mencionados Shout Out Louds.