A menudo se habla de ‘Bionic’ como el mayor fracaso comercial posible para una estrella del pop, pero quizá fue peor todavía lo del segundo disco de Duffy, quien venía de vender 6 millones de copias de ‘Rockferry’ y hasta renunció a lanzar un segundo single como Dios manda de su última entrega tras el «flop» de ‘Well, Well, Well’. La cantante dijo que se retiraba una temporada para descansar y que reconsideraría seguir en el mundo de la música, pero se lo ha estado pensando poco tiempo. Después de que su Twitter
haya estado abandonado durante meses, su cuenta ha vuelto a la actividad para anunciar que está «escribiendo con Albert Hammond en la soleada España». Es curioso que repita con Hammond tras el fracaso de ‘Endlessly’. Esperemos que al menos haya sido consciente de que el problema del disco, más que la calidad de las canciones, fue la mezcla de modernidad y clasicismo y que cuanto más clásica, mejor resultaba.