Es una pena que al finalizar el capítulo de ‘Plaza de España’, el calificativo de «humor» se le quede bastante grande, porque todo lo que hemos visto ha sido un guión bastante torpe, que no terminaba de arrancar y que se quedaba anquilosado en historias peregrinas que no aportaban nada. Claro, que el argumento de la serie, que va sobre un pueblo de trescientos habitantes perdido en la Sierra de Guadarrama que decide quedarse con la fortuna del marqués al que sirve cuando este muere, tampoco deja mucho lugar a la imaginación. Creímos que nos íbamos a encontrar con humor costumbrista, divertido; y sin embargo, el desarrollo ha sido más bien aburrido, lento y hasta poco entretenido.
Quizá haya además un segundo problema en la serie: haber mezclado a dos grupos de actores, uno bastante decente (encabezado por Gorka Otxoa, Enrique Villén, Goizalde Núñez o Eduardo Antuña, que ya nos cautivó en ‘¿Qué fue de Jorge Sanz?’) con otros actores algo más insípidos, incapaces de imprimirle algo de personalidad a la serie, que se va desinflando según transcurre el minutaje. Muy a nuestro pesar suspende, que sabemos que sus responsables son capaces de cosas muchísimo mejores.
Calificación: 4/10
Destacamos: la cabecera, que es lo que más mola.
Te gustará si te gusta: Gila. Pero vamos, que ni se le acerca por casualidad, que Gila era muy grande.
Predictor: sorprendentemente, por Twitter, la gente parece encantada. ¿Nos estaremos perdiendo algo?