La reinterpretación de las canciones pasa por casi todas las épocas del dúo formado por Felix Buxton y Simon Ratcliffe, que han seleccionado algunas de sus canciones más reconocibles para el álbum. Desde el ‘Remedy’ (‘Bingo Bango’) hasta el ‘Scars’ (‘Raindrops’); pasando por el ‘Rooty’ (‘Do Your Thing’) y por el ‘Crazy Itch Radio’ (‘Lights Go Down’).
Es evidente que con semejantes temazos es difícil que un disco salga mal, pero a nadie se le escapa que tomar estas canciones y adaptarlas para un coro de veinte voces y una orquesta de sesenta componentes es un experimento, cuanto menos, arriesgado. La bueno es que el resultado es, de lejos, absolutamente magistral. Mientras vas escuchando cada una de las quince canciones que componen el disco, es fácil sentir una determinada cercanía a la música clásica, pero también notar la potencia y la marca de unos Basement Jaxx que -para qué negarlo- han tenido pocos tropezones en su carrera.
Basta con echar un vistazo al poderío vocal de ‘Where’s Your Head At’ (seguido de una ovación del público más espontánea que otra cosa), los gritos que siguen a los primeros acordes de ‘Good Luck’ o el preciosismo de ‘Lights Go Down’ (aunque termine saliéndose un poco de madre y resultando algo impostada esa necesidad de crear aprensión en el público).
Pero si hay que resumir este disco con una sola canción, la elegida sería ‘Raindrops’. Convertida en el tercer corte del LP, engancha desde el primer minuto. Si ya era un tema genial en su versión original, su reinterpretación es absolutamente deslumbrante, aún más potente, épica y apabullante. Una versión de escucha obligada para cualquier amante de la música, dentro de un disco que nos puede descubrir muchas cosas, además de ser una magnífica oportunidad para redescubrir a los Basement Jaxx.
Calificación: 7,9/10
Lo mejor: ‘Raindrops’, ‘Where’s Your Head At’.
Te gustará si te gustan: Basement Jaxx, obviamente. Y os vais a reír, pero algunas canciones recuerdan a Janelle Monáe.
Escúchalo: en Spotify.