En ‘Mylo Xyloto’, su nuevo trabajo, los británicos han decidido no jugársela en términos de producción, y por ello han repetido con Markus Dravs y Rik Simpson, además de la entrada de Daniel Green al equipo. Brian Eno también ha vuelto a colaborar, pero en la nota de prensa se le cita hablando de composición adicional y «enoxificación», aparentemente un nuevo término que podría dar a entender que su aura creativa es omnipresente en el disco. Atención aparte merece el misterioso título sobre el que Martin, lejos de clarificar su significado, se ha dedicado a hacer distintas afirmaciones, desde que el álbum trata sobre la historia amorosa de dos personajes llamados Mylo y Xyloto, hasta que es un título sin significado alguno. De hecho se había hablado de disco conceptual, pero este supuesto concepto parece bastante opaco por ahora.
El frontman también ha llegado a comentar que este podría ser el último trabajo de Coldplay, que no se ve grabando una continuación por ahora, y aunque suena más a cháchara promocional que a realidad, una afirmación así tampoco es muy descabellada al considerar el conjunto de las canciones que lo forman, y es que en ese sentido ‘Mylo Xyloto’ podría ser un cierre perfecto, ya que contiene elementos de lo largo y ancho de la discografía del cuarteto. No habrá que confundir esto último con falta de ideas, pues en este caso cada vez que se da un paso atrás, se dan dos hacia delante. Ese paso atrás más bien es una mirada a sus comienzos, y viene de la mano de intimistas temas como ‘Us Against The World’ o ‘U.F.O.’, pero no es el sentimiento de nostalgia lo que domina ‘MX’, sino al revés. Por muchas referencias internas o externas (las guitarras de Jonny Buckand cada vez miran más de tú a tú a las de The Edge) que podamos citar, desde la intro hasta ‘Up With The Birds’ hay una frescura que en parte se debe a lo buenas que son de por sí las canciones, y en parte a la excelente producción: los cortes más épicos están muy bien trabajados, ya sea en los detalles electrónicos de la citada ‘Paradise’ o ‘Don’t Let It Break Your Heart’, o en las guitarras de ‘Hurts Like Heaven’ o ‘Major Minus’. Nunca han sido alérgicos a la electrónica, pero aquí se lanzan de lleno a la piscina, especialmente en ‘Princess Of China
‘ (precedida, por cierto, de un sample del ‘Takk’ de Sígur Rós), a dúo con Rihanna, con momentos especialmente emocionantes (pelos de punta cuando cantan »cause you really hurt me, oh you really hurt me»).También se encuentran en estado de gracia en las partes más reflexivas del álbum, a destacar ‘Up In Flames’, que goza del clásico falsete de Martin, y que acaba creciendo con una guitarra sutil, pero de lo más deliciosa. Es cierto que, como queda dicho al principio del artículo, superar ‘Viva La Vida’ era una ardua misión, y el tiempo dirá si lo han logrado, pero gracias a su inagotable talento y pericia, y rodeándose de sabios consejeros, han logrado facturar un álbum en el que se atreven a avanzar sin miedo a lo desconocido a la vez que aseguran sus pasos echando mano a lo que mejor saben hacer.
Calificación: 7,7/10
Lo mejor: ‘Paradise’, ‘Hurts Like Heaven’, ‘Major Minus’
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