A modo de celebración (y, sobre todo, promoción) del recopilatorio ‘Un caso por resolver’, Rosenvinge ha realizado estas actuaciones en un formato especial, semiacústico, secundada por su más reciente socio musical Raül Fernández (Refree) al piano, guitarras y voces, junto a Aurora Aroca del grupo Boat Beam, tocando chelo, piano y voces. Un formato que parecía anticipar una velada relajada de más, pero que tuvo como resultado un intenso y emotivo show en el que la interrelación de estos tres grandes músicos, con el lógico brillo de la cantautora madrileña, fue magnífica. Siempre encantadora y bella, aunque quizá algo excesiva en sus guiños cómplices a Refree (a veces divertidos, como la interpretación conjunta al piano de ‘Un hombre muy formal’, pero otras incómodos y un poco forzados), Rosenvinge mostró de nuevo que sus interpretaciones en vivo tienen tanta fuerza como en sus álbumes, y que cuenta con un repertorio sobrado de grandes canciones.
Pero también fue patente que, nostalgias aparte, ‘Tu labio superior‘ y ‘La joven Dolores‘ son su cumbre creativa y canciones como ‘La distancia adecuada’, ‘Weekend’, ‘Jorge y yo’, ‘Anoche’, ‘Nadie como tú’, Eva enamorada’ o ‘Canción del eco’ son incontestables diamantes del pop de autor en castellano, las canciones que marcan diferencias y la harán ser recordada. Ni rastro de ‘Chas, y aparezco a tu lado‘, y ni falta que hacía. 8
Fotos: Iñaki Espejo-Saavedra