El encanto orgánico de «banda de indiepop que acaba de tomarse una bebida energética» de canciones como ‘It5’ parece olvidado y lo mismo sucede con el ritmo africanista de singles pasados como ‘Heart It Races’. El grupo está ahora más dedicado a un synthpop electrónico que parece muy influido por Postal Service (la voz de Cameron Bird a veces es bastante Ben Gibbard), aunque con un punto mucho más vitalista. La electrónica ya había parecido en puntos de su carrera como ‘Do The Whirlwind’, pero aquí supone casi un concepto desde que escuchamos el pequeño reggae sintético de ‘Desert Island’ hasta los efectos vocales y el ritmo R&B de ‘B4 3D’.
‘Contact High‘ esconde ciertas reminiscencias de Prince, mientras el electrofunky y un aire a ‘Thriller’ mandan en ‘That Beep‘. La voz de Kellie Sutherland sirve como buen contraste en esta canción y en la angelical ‘W.O.W’ mientras los mejores estribillos se guardan para ‘I Know Deep Down’, la épica ‘Yr Go To’ (tan cerca de Lio como de Abba) o ‘Escapee’, con un punto onírico pero sobre todo una base machacona que le ha servido para ser seleccionada como banda sonora de un videojuego de la FIFA.
Como Architecture In Helsinki ya no son el grupo nuevo y por tanto de moda, habrían necesitado algún single más claro (o un final de disco menos anodino) para volver a ocupar portadas y secciones destacadas de las revistas de moda, pero eso no significa que sus nuevos pasos sean desacertados.
Architecture In Helsinki actúan hoy 26 de octubre en el Razz 3 de Barcelona y mañana día 27 en Moby Dick, Madrid.
Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘I Know Deep Down’, ‘Escapee’, ‘W.O.W.’
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