Sonaban los primeros acordes de ‘Shakin’ All Over’ cuando Wanda Jackson irrumpió en el escenario junto a su marido y representante Wendell Goodman. La norteamericana se lanzó con ‘Riot in Cell Block #9’ para continuar con su célebre ‘Rock Your Baby’. Sus particulares gruñidos, esos que en su último disco ‘The Party Ain’t Over’ parecían descontextualizados, en directo resultan arrebatadores y llenos, paradójicamente, de frescura.
“Gracias por invitarme a vuestra fiesta. Sé que en España os gusta mucho la fiesta así que ya formo parte de vuestro país”, decía no sin antes asegurar que repasaría su trayectoria en una noche cargada de rock’n roll. Wanda se remontó a sus inicios con ‘I Gotta Know’, una canción que, recogiendo la esencia del Elvis más sensual, defendió con su habitual picardía. De 1961 rescató ‘Funnel of Love’ para adentrarse a continuación en su etapa country con la perfecta ‘I Betcha My Heart I Love You’. Cruzando los dedos para llegar a las notas más altas, Wanda consiguió salir bastante airosa de uno de los temas más complicados de la noche. De eso tuvieron buena culpa la ayuda del contrabajo y los teclados que arropaban el chorro de voz de la norteamericana.
El set se volvió más intimista cuando Wanda se dispuso a homenajear a Elvis. “De él recibí el mejor consejo: me animó a cantar rock’n roll”, explicaba después de recordar que hoy conserva el anillo que el Rey le dio después de una cita. “Me llevó a su casa y pusimos discos. No recuerdo los que sonaron… Qué más da, Elvis cantó para mí y me pidió que cantara su música”. Unas palabras para agradecer su impulso y recordar que gracias a él hoy forma parte del Rock and Roll Hall of Fame.
Sonaron simplemente geniales ‘Good Rockin’ Tonight’ y ‘My Baby Left’. Wanda agradeció también la llamada de Jack White para su último disco en un momento en el que su carrera estaba “en lo más bajo”. ‘Shakin’ All Over’ se convirtió en el tema más coreado momentos antes de que la luz cayera para rendir homenaje a Amy Winehouse y su ‘You Know That I’m No Good’. «Nunca pensé que cantaría una canción de Amy», dijo. El repaso de su carrera siguió con ‘Fujiyama Mama’ y su sensual ‘Right Or Wrong’ para dar lugar al momento gospel y religioso de la velada con ‘I Saw The Light’, en el que no tuvo reparos en confesar cómo dejó a un lado el country para seguir el camino divino. ‘Lets’s Have A Party’, mezclada con ‘Whole Lotta Shakin’ Going On’ de Jerry Lee Lewis, fue el broche perfecto para cerrar esta fiesta, que bien valdría la pena disfrutar en la próxima edición del Azkena Rock.