El gabinete de psicología de Akron / Family

Lo primero que dijeron fue que querían que nos sintiéramos como en el salón de nuestra casa. Después, nos pidieron que levantásemos una mano, cerráramos los ojos y nos imaginásemos en la playa. «Os sentís muy sexys y muy ricos», indicaron después. Así es la música de Akron/Family, trata de sensaciones más que de canciones.

A decir verdad, el trío de multi-instrumentistas de Brooklyn hizo que la sala El Sol de Madrid, que visitaban como parte del ciclo Heineken Music Selector, pareciera más bien un gabinete de psicología que el salón de una casa, porque la actuación que ofrecieron el pasado miércoles fue una terapia estupenda contra el cinismo de la vida diaria. Quizá un excesivo sentido del ridículo por parte del público hizo que esa terapia tardara en entrar, e incluso hubo un sector bastante reticente a moverse cuando el torrente de electricidad de sus mejores temas -como ese ‘Everyone is Guilty’ que fue casi catártico- inundaba todo el ambiente, pero el denodado esfuerzo de estos barbudos más freaks que hippies por que todo el mundo saliera con una sonrisa de niño en la cara dio sus frutos.

Su repertorio estuvo centrado en sus últimos álbumes, ‘Set’em Wild, Set’em Free’ (2009) y ‘S/T II: The Cosmic Birth and Journey of Shinju TNT‘ (2011). Es decir, se decantaron por su lado más eléctrico y rock, con dos mesas llenas de cacharrería electrónica que usaron sobre todo en la primera parte del concierto, en la que los sonidos de pájaros, flautas pastorales (no todas sampleadas: Dana Jansen, el batería, sacó en cierto momento una especie de flautín) y sonidos ambientales llenaron el aire de El Sol. Es posible que el nombre de la sala, tan místico como ellos mismos, les sirviera de inspiración porque parecían sentirse especialmente cómodos y lo transmitían continuamente. Pero poco a poco la sucesión de música fue tomando derroteros más intensos, culminando con una espléndida versión de ‘Another Sky’.

A destacar, un bajo de sonido redondo y suave hasta que un pedal lo transformaba en una distorsión del tipo «pantalones por dentro de los calcetines» y todo se disparaba hacia delante, incluidos ellos mismos: Miles Seaton (bajista) y Seth Olinsky (guitarra) se lanzaron a bailar con el público mientras Jansen, el único del trío que no lucía una esplendorosa barba, se ocupaba de que la fiesta no acabara.

Es de agradecer que un grupo se tome tan en serio su propio sonido, tremendamente rico, así como la posibilidad de improvisación que te da el directo, pasando cada concierto de ser una simple interpretación de las canciones de un disco a convertirse en algo con vida y personalidad propias. Tanto, que no me importó que obviaran mi álbum favorito, ‘Love Is Simple’ (2007). Una chica les pidió insistentemente ‘I’ll Be On The Water’ (de su primer y homónimo LP), a lo que replicaba Miles Seaton que «suena mucho mejor en el disco». Y es que las guitarras acústicas y el folk de sus inicios no tenían mucha cabida en su actuación. A pesar de todo, tras acabar el concierto con ‘Silly Bears’, canción tremendamente movida pero que quizá no tenga el brillo de sus mejores temas, volvieron para despedirse con ‘Love And Space’, cantado a tres voces y guitarra, lo más folk del repertorio.

Como teloneros de Akron/Family estuvieron los canadienses Timber Timbre, en la que ha sido su primera visita a España. Otro trío de multi-instrumentistas como los de Brooklyn, con la diferencia de que no se movieron de sus puestos y de que la comunión con el público era para ellos un elemento secundario. Un sonido variado, con violines, teclados, guitarras con trémolo (muy del rollo fronterizo) y hasta auto-arpa, que en directo quedó un poco frío, sin momentos de clímax. En cierto modo, me recordaron a una mezcla entre Bon Iver y Grizzly Bear, pero el excesivo eco de la voz emborronaba todo el conjunto. Canciones como ‘Creep On Creepin’ On’ suenan más sencillas y agradables en disco.

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Publicado por
Marcos Domínguez