Para el primer grupo, este disco funciona casi a la perfección. Aunque faltan algunos singles imprescindibles como el dúo con Patti Smith ‘E-Bow The Letter’, ‘Near Wild Heaven’ o ‘Drive’, nada menos que el primer sencillo de su obra más aclamada, sí están, aparte de las mencionadas en el primer párrafo, ‘Radio Free Europe’, ‘So. Central Rain’, ‘Fall On Me’ y ‘The One I Love’, de su primera etapa; o ‘Nightswimming’, ‘Imitation of Life’ o ‘Electrolite’ de la segunda. Se ha respetado el orden cronológico, por lo que asistir a la evolución del sonido del grupo, desde sus inicios universitarios, hasta sus momentos más sucios y americanos, pasando por los hits que marcaron a los espectadores de ‘Sensación de vivir’ y los de su supuesta decadencia que en realidad nunca fue tal, es un camino de lo más entretenido a lo largo de más de dos horas de música.
Para el segundo grupo, esta degustación se convierte en delicatessen si atendemos al sobrio libreto del CD, en blanco y negro, que incluye textos de los cuatro miembros históricos de R.E.M. (sí, de Bill Berry también), explicando qué significaron para ellos todas estas canciones. Algunas anécdotas son conocidas por todos, como que Warner no quería que ‘Losing My Religion’ fuera el primer single de ‘Out of Time’ o cuánto odiaba Stipe en principio ‘Electrolite’; pero otras no lo son tanto, como la ira contra un artista al que admiraban y había puesto verde a R.E.M. en ‘Living Well Is The Best Revenge’; de qué canción propia nunca han llegado a hablar entre ellos a posteriori; cómo se ríen de los grupos de britpop que en realidad sólo escribieron «cuatro canciones buenas»; cómo defienden ‘Shiny Happy People’ o cuáles son las tres pistas que consideran «afrutadas» de su discografía.
‘Part Lies Part Heart Part Truth Part Garbage’ bromea en su título con la inclusión de algo de «basura». Dios me libre de calificar con este nombre a ‘New Test Leper’, ‘Oh My Heart’ o ‘Leaving New York’, pero lo cierto es que dan una idea errada de la inspiración de R.E.M. en estos últimos años (había mejores temas en ‘Reveal’ o incluso en ‘Collapse Into Now’). El grupo ha preferido siempre lo discreto a lo pomposo a diferencia de U2, Michael Stipe no ha podido evolucionar mejor como vocalista y así es como hemos llegado a 2011, siempre sin perder la esperanza de que R.E.M. siguieran sacando discos para siempre.
Y es que lo mejor de esta colección no está en décadas lejanas. No es que nos recuerde que los 80 fueron mucho más que los kilos de laca que nos venden constantemente en los medios (que también), o que los 90 que no eran tan grunge sobrevivieron mejor el paso del tiempo que el propio grunge (que también). Tampoco es que canciones como ‘Losing My Religion’ o ‘Kenneth?’ representen para muchos la adolescencia (que también), sino que ellas mismas, ‘Everybody Hurts’, ‘Nightswimming’ o incluso una de las inéditas, ‘We All Go Back To Where We Belong‘, cuentan con el beneficio de lo sublime y lo atemporal como en pocas carreras se ha producido y así podrán ser entendidas por generaciones venideras, como nosotros entendemos a los Smiths, a Fleetwood Mac o a The Byrds.
Calificación: 8,9/10
Lo mejor: ‘Losing My Religion’, ‘The One I Love’, ‘Fall On Me’, ‘It’s The End of The World As We Know It (And I Feel Fine)’, ‘Nightswimming’, ‘Everybody Hurts’, ‘Imitation of Life’
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