Aunque, como su predecesor, es un álbum que ronda los cuarenta minutos y cuenta con temas de unos seis de media, ‘Animalia’ es algo más cálido y algo menos agreste que ‘Ezlekuak’. Son, empero, detalles que tienen que ver con las texturas sonoras, pues el fondo permanece intacto. La rabia que supuran se presenta de diferentes modos, como en la inicial ‘Oroimenik Gabeko Filma’, todo frenesí; o en ‘Laztan Isilen Deiadarra’, como un desesperado lamento.
Las letras vuelven a ser cosa del escritor Martxel Mariskal, estrecho colaborador desde hace años, y bien gritadas o habladas expresan en perfecta sincronía con la música una maraña de sensaciones e imágenes, un «stream of consciousness» en el que hay que abstraerse para captar algún significado, por vago, extraño o personal que sea. Confluyen la naturaleza y la ciudad, el cuerpo, los sueños, la sangre, el tú, el yo, el día y la noche, envueltos en un potente océano de guitarras, bajo y percusión. Sin apenas moverse del sitio, han vuelto a levantarnos del asiento, a orbitar de nuevo a su alrededor. La experiencia no será completa sin ver su directo, evidentemente uno de los más intensos que se pueden presenciar hoy en día. No se lo pierdan.
Calificación: 7,9/10
Lo mejor: ‘Oroimenik Gabeko Filma’, ‘Ez Zaitut Somatu Iristen’, ‘Ezereza Mugak’
Te gustará si te gustan: Shellac, Slint, Fugazi, Sonic Youth
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