a pagar sin rechistar»).
También dicen La Habitación Roja que querían que este disco estuviera lleno de canciones que sirvieran para abrir sus directos. Y en un 80% (hay un par de pistas más lentas) es cierto. El single ‘Ayer’ presenta una letra que en el puente va demasiado a su bola, como al margen de la música, pero es más o menos efectiva, como la mencionada ‘El resplandor’, que parece inspirarse en David Bowie; y la base rítmica de ‘La razón universal’, que remite a los Rolling Stones. ‘Siberia’, ‘Ahora quiero que te vayas’ o ‘Annapurna’ son pistas que tampoco darán tregua a su público durante sus numerosos directos. Aunque la mejor esta vez es una de las lentas, ‘Norge’, en conexión con sus inicios y con otras grandes canciones sobre la pérdida y la incertidumbre, como ‘Qué nos va a pasar’ de La Buena Vida.
El grupo, que ha grabado el disco en los Estudios Ultramarinos de Santi García, apenas arriesga en ‘Malasombra’, donde se encuentra la canción de autor con la distorsión y hasta un puntito fronterizo. Como es habitual, La Habitación Roja se han concentrado más bien en tratar de lograr un conjunto de canciones enérgicas, de letras simples, pero adecuadas para el mundo que viven (y vivimos). ‘Fue eléctrico’ es un disco autocomplaciente, sí, pero que nos recuerda de nuevo que tristemente seguimos viviendo los peores 40 Principales, los más conservadores, de la historia.
Calificación: 6/10
Lo mejor: ‘Norge’, ‘La razón universal’, ‘Cielo protector’
Te gustará si te gustan: los anteriores
Escúchalo: Spotify