En estas circunstancias, el partido estaba ganado. Tras una versión reducida de ‘Conquest’ que sirvió más que nada como prueba de sonido para ajustar los acoples del micro, Stefan y Oskar, acompañados de dos miembros más a los teclados y sintetizadores, desplegaron todo su arsenal de hits, comenzando con ‘Wonders’, en segundo lugar, y continuando con ‘My Shadow’, ‘There Is Still Hope’ o ‘Into The Clouds’, que Stefan recordó haber interpretado en directo por primera vez hace unos años en la misma sala.
En vivo, The Sound of Arrows no exploran especialmente la ligera vena trance que tiene alguno de sus hits, sino que respetan su sonido de estudio e incluso reducen alguna pista como ‘Nova’ a un entorno más ambiental, más Vangelis (le citan constantemente como influencia y van en serio), de manera muy acorde con las proyecciones mostradas, que se inspiran en la estética de su disco y sus vídeos. Así, no sorprende la sensación de banda sonora en canciones como ‘Lost City’ o la versión de ‘Show Me Heaven’ de ‘Días de trueno’ para el bis, que esta vez ejerció las funciones del citado ‘Power of Love’.
Stefan, que al final se dio un pequeño baño de masas y flashes en el tenderete de merchandising, no dejó de bailar durante la hora de set. Completamente derretido en sudor, agradeció al público su dedicación y bromeó sobre la posibilidad de mudarse a Madrid próximamente. Tras comprobar la entrega final del público durante ‘M.A.G.I.C.’, con la que se han reconciliado, y la versión normal -ahora sí- de ‘Nova’, no costaba imaginarlos disfrutando exactamente de lo mismo un día después en Rock Kitchen. 8.
Foto Moby Dick