Eran pocos los que seguían esperando el disco de debut de The Sound Of Arrows, que por fin está aquí tras los dos años de retraso que se han marcado. Es ya el momento de preguntarse si la espera ha merecido la pena, si los suecos cumplen expectativas y si han sido capaces de montar un disco a la altura de su EP ‘Danger!’. Tras el canción a canción que le dedicamos a ‘Voyage’, su disco de debut, ha llegado el momento de despejar la incógnita.

Llama la atención que pese a los visos electrónicos y a la riqueza de los sintetizadores en este LP, así como al optimismo de muchas de sus letras (‘Magic‘ y sus coros à la ‘D.A.N.C.E.’ de Justice son buena prueba de ello), ‘Voyage’ es un disco medianamente oscuro. O al menos eso es lo que piensa uno con la primera escucha. Y después, se da cuenta de que además es un disco capicúa: la melodía de la última canción, la instrumental ‘Lost City’, es prácticamente la misma que la del principio del primer corte, ‘Into The Clouds’. ¿Pescadilla que se muerde la cola? ¿Mensaje subliminal de que debemos escuchar este disco en bucle? ¿Experimento de la CIA para ver si los heterosexuales que escuchen este disco se vuelven gays? Nunca se sabe.

Sin embargo, sí es destacable que el dúo haya escogido ‘Into The Clouds‘ como apertura del álbum, siendo uno de los temas que ya circulaba por ahí, y a pesar de que su versión final prácticamente no difiere de la original. Porque sigue siendo el perfecto himno levantamanos que, junto con la nunca suficientemente piropeada ‘Nova‘ y la naíf pero encantadora ‘Wonders‘, conforma un esqueleto perfecto en torno al que van surgiendo canciones de otros estilos, menos movidas pero igual de apasionantes.

Entre los temas «de relleno» (si tomamos los tres anteriores como singles clarísimos de ‘Voyage’), destaca bastante un cierto regusto a Pet Shop Boys en tres de ellos: el principio de ‘Ruins Of Rome’, el dueto femenino en ‘Longest Ever Dream’ y, por supuesto, la preciosa ‘My Shadow’, una canción pegajosa como pocas en la que la última frase («the only one that got my back is my shadow») cae como una losa sobre el oyente tras el furor provocado por las dos primeras canciones.

Quizá parte de la culpa de este sonido la tenga Richard X, productor del álbum, que también ha aportado a The Sound Of Arrows el toque para que se conviertan en algo fácilmente reconocible. Escucha tras escucha, ‘Voyage’ suena inmaculado, y tiene de todo: momentos dedicados al baile, a los medios tiempos y a las baladas (bueno, o a algo parecido). Pero el caso es que en ningún momento apetece pulsar el stop del reproductor para ponerse otra cosa, y eso es algo muy loable en un álbum de debut. Especialmente si tienes una penúltima canción que dura prácticamente ocho minutos y la siguiente es instrumental. Aunque claro, ya lo dice la creciente ‘There’s Still Hope’, que emula a unos Arcade Fire pasados por el colador de Kraftwerk y en la que Stefan repite ‘You come back to me’ como un mantra. Sí, Stefan, volvemos a ti. Y las veces que quieras.

Calificación: 8,5/10
Lo mejor: ‘Nova’, ‘Wonders’ e ‘Into The Clouds’, pero también ‘My Shadow’ o ‘There’s Still Hope’.
Te gustará si te gustan: Pet Shop Boys, las bandas enganchadas a los sintetizadores.
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