‘Los vengadores’ reúne a cuatro de sus personajes-franquicia: Iron Man, el Capitán América, Thor y Hulk, a los que se suman la Viuda Negra (que aparecía en la secuela de ‘Iron Man’) y Ojo de Halcón (visto en ‘Thor’). Todos ellos bajo la atenta y tuerta mirada de Nick Furia, el director de SHIELD. Todo un dream team súper heroico en el que, a pesar del esfuerzo por “repartir responsabilidades”, acaban destacando dos de ellos: Hulk, con más presencia y personalidad como secundario que en las dos películas que ha protagonizado, y, sobre todo, Iron Man.
Y es que Tony Stark lo tiene todo: las mejores y más divertidas líneas de diálogo, las secuencias de acción más trascendentes y emotivas y, por supuesto, al mejor actor: un Robert Downey Jr. pletórico. Gracias a su protagonismo, ‘Los vengadores’ tiene un ingrediente que le sitúa por encima del habitual blockbuster cacharrero: el humor. A diferencia de personajes más “envejecidos” como Thor o el Capitán América, Iron Man es el depositario de una sensibilidad contemporánea caracterizada por la ironía y el cinismo. Joss Whedon, famoso por series como ‘Firefly’ o ‘Buffy, la cazavampiros’, articula su adaptación a partir de la mirada resabiada de Tony Stark, dejando que poco a poco, tanto él como el espectador, se entreguen a los valores anacrónicos de los superhéroes de otras épocas.
‘Los vengadores’, a pesar de que le sobran minutos (sobre todo en el eterno ataque al portaviones) y le faltan malos carismáticos (Loki no da el tipo), aúna con brillantez humor inteligente y acción potente. Gags tronchantes combinados con espectaculares combates donde hay sitio para uno de los planos-secuencia más memorables de los últimos tiempos: la unificación espiritual del grupo en medio de la batalla. 8.