Ah, qué tiempos aquellos del electroclash, de fiestas locas, actitud punk, cantantes que lo arreglaban todo pegando un buen berrido en cualquier momento, estilismos imposibles y fiestas hasta las tantas. Seguramente todos lo recordamos ahora con cierto cariño pero, ¿quién se pondría un disco de electroclash ahora? Nadie en su sano juicio: ha envejecido tirando a mal.
Porque en cierto modo, de eso van las carreras musicales de fondo: allí donde los Chycha nos siguen manteniendo en vilo (no sólo por su ausencia, sino porque sus últimas creaciones son esperanzadoras), Vive la Fête no han sabido hacerlo. Pese a que aguantaron estoicamente el tirón hasta ‘Grand Prix’, en ‘Jour de Chance’ (2007) y en ‘Disque D’Or’
(2009) asistimos a una caída libre que se ha materializado en el hecho de que, a día de hoy, en pleno 2012, su producto nos interesa tan poco que nos ha costado enterarnos del lanzamiento de ‘Produit de Belgique’, su último trabajo.¿Por qué? Pues probablemente porque vuelve a no mostrar ni un ligero ápice de renovación, de abandonar una fórmula que parece hoy más acabada que nunca, según avanza el minutaje del disco. El sonido Vive la Fête, perfectamente identificable, se mantiene inamovible, impertérrito, inmune al paso del tiempo. Ellos siguen creando genialidades con las letras, y haciendo que funcionen muy bien sus juegos de palabras entre baile y decadencia, pero como si su single no fuese más que una premonición, ‘Produit de Belgique’ no deja de ser una demostración de que Els y Danny han vivido tiempos mejores.
Quizá merezcan un aprobado raspadísimo por ese sencillo y por su persistencia, pero su álbum continúa tirando de viejos trucos una y mil veces vistos, en ocasiones incluso dentro de sus propios trabajos. No podemos pasar por alto el predecible inicio de ‘Je n’sais pas si tu’ y tampoco que ‘Contraire’ nos recuerde, casi continuamente, a este vídeo.
Calificación: 5/10
Lo mejor: ‘Décadanse’
Te gustará si: les echabas muchísimo de menos y estos últimos tres años sin noticias suyas te han parecido una eternidad.
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