Para su, si se nos permite, comeback, Sam Sparro ha decido aparcar el electropop para entregarse al R&B, al funk y al gospel. Mal asunto, sobre todo porque el australiano hace todo por fijarse en dos de sus grandes ídolos, George Michael y Prince, y les dedica un homenaje que, a juzgar por la acogida que está teniendo en los medios anglosajones, más le valdría no haber visto la luz nunca.
Y el caso es que el disco no funciona. Tiene alguna canción que merece una pasada (‘I Wish I Never Met You’, incluso a pesar de que todos se quejan de sus ripios fatales; ‘Happiness’, con ese toque tan Jamiroquai que le sienta tan bien) y durante todo el minutaje, el chico demuestra de buena gana que tiene una voz prodigiosa. Eso sí: entendiendo perfectamente que la fascinación por algunos ídolos pueda llevarte, fácilmente, a intentar homenajear un tipo determinado de música (à la Lady Gaga, por ejemplo), lo que no es de recibo es que el resultado sea tan recargado (‘Shades Of Grey’) o ñoño (‘Return To Paradise’).
Calificación: 4,5/10
Lo mejor: ‘I Wish I Never Met You’
Te gustará si te gusta: Jamiroquai, George Michael, Prince.
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