La biografía oficial dice que «Trepàt se consolida en Granada a mediados de 2011. La sonoridad melódica del oboe frente a los gritos rasgados de la voz principal, caracterizada por la fuerte presencia de sus raíces andaluzas, la fusión de guitarra acústica y eléctrica, y sus letras pegadizas, no dejarán indiferentes».
Las canciones incluidas en el EP ‘La línea infinita’, disponible en Bandcamp, no son lo que esperas cuando descubres que la primera es algo llamado ‘¡Ruperto, sal a bailar!’. Pero a pesar de este toque de humor, las canciones de Trepàt suenan graves y tremendas. Toman ideas, efectivamente, de la tradición española, algo muy evidente en el ritmo de ‘Ángel exterminador’, en títulos como ‘¡Salve, reina! Martirio’ y sobre todo en el bonus track ‘Miles de estrellas’, pero agradarán también a los seguidores del «indie» de nuestro país. Como una versión más popera y actualizada de ‘Omega’ o unos Chinarro / Planetas que hubieran acudido a la tradición de manera más descarada desde 1994, Trepàt pueden llegar lejos, sobre todo si encuentran un hit claro que encabece su repertorio.