La juez ha rechazado el argumento de la defensa que indicaba que la intención del grupo no era ofender a los creyentes sino protestar contra la iglesia ortodoxa y su relación con Putin. Mark Feiguín, abogado de las Pussy Riot, dijo que la sentencia “tiene serias irregularidades” entre ellas “citas y hechos falsos”, la atribuyó “a una decisión de Putin” y dijo que planea recurrirla en el Consejo de Europa. Según The Guardian, Estados Unidos y Reino Unido han pedido una revisión de la condena, que consideran «desproporcionada».
La sentencia dice que las artistas «actuaron de forma ilegal bajo circunstancias no establecidas con el propósito de violar de manera ofensiva la paz pública en un signo de clara falta de respeto hacia los ciudadanos». Además, se considera que las mujeres han actuado «motivadas por la enemistad y el odio y actuaron de manera provocativa e insultante dentro de un edificio religioso en presencia de un gran número de creyentes».
Nadia Tolokónnikova (22 años), Yekaterina Samutsevich (30 años) y María Alejina (24 años) fueron detenidas tras realizar varias performances en las que interpretaban canciones contra Vladímir Putin, una de ellas en la catedral de Cristo Salvador de Moscú el 21 de febrero. Se acusaba al grupo de «gamberrismo basado en odio religioso», que puede ser castigado con varios años en prisión. El fiscal pedía dos.
El veredicto estaba anunciado para este viernes a las 15.00 en Moscú (la 13.00 en España), aunque finalmente se conoció algo más tarde. La expectación era máxima, seguida en directo por medios como The Guardian, al tiempo que la juez del caso tenía que solicitar protección oficial.
Recientemente se han organizado manifestaciones y protestas de todo tipo en todo el mundo. Si el pop británico se había volcado con Pussy Riot a principios de mes, después otras estrellas como Madonna, Björk o Paul McCartney se sumaban a la causa pidiendo con sus propias palabras la liberación del grupo.
Peaches era capaz de reunir en un vídeo rodado en Berlín llamado ‘Free Pussy Riot’ a artistas como The Knife, Lykke Li o Peter Bjorn and John, todos ellos disfrazados con las capuchas que identifican al grupo. «Todos somos Pussy Riot» era el grito de guerra.
Os dejamos con ‘Putin zassal’, de su álbum ‘Kill The Sexist’.