Joel Alme / A Tender Trap

Waiting For The Bells‘ (uno de los mejores discos de 2010 para JENESAISPOP) no llenó muchas páginas fuera de Suecia, pero fue un álbum magnífico, de sentimientos a flor de piel, con un halo de clásico imperecedero, seguramente irrepetible e inalcanzable incluso para su propio autor, Joel Alme. Pero, al menos, sí sirvió para que el Consejo de las Artes Sueco le otorgará una subvención, que el de Gotemburgo empleó en mejorar los medios para su nuevo álbum. La pasada primavera llegó ‘A Tender Trap’, un tercer álbum que parte con el hándicap de medirse con su abrumador predecesor al que, como quizá cabía esperar, no logra superar. Pero lo hace, ojo, por menos distancia de lo que podría parecer.

Producido de nuevo junto a Mattias Glavå y con el mismo (y apropiado) tono añejo en cuanto a sonido, las diferencias de ‘A Tender Trap’ con su predecesor son leves pero palpables. Con su enconada postura de crooner crepuscular, Alme vuelve a mostrar su enorme talento para escribir torch songs de las de antes. Con el protagonismo fundamental de pianos y teclados, los arreglos de cuerda se relajan y los de viento cambian a menudo la estridencia de trompetas y saxos por la dulzura de las flautas, desplegando una mayor riqueza de sonidos y generalizando un tono más ligero y contenido, que lo emparenta claramente con los primeros años de Belle & Sebastian

.

Esa contención también se percibe en la voz de Alme, que hace un patente esfuerzo por controlar y matizar más pero que, por contra, pierde cierto impacto emotivo. Eso, sumado a que el tono general de estas nuevas canciones parece (solo lo parece) más optimista y menos dramático, sea posiblemente lo que hace que ‘A Tender Trap’ no impacte en el oyente de forma tan inmediata y potente como ‘Waiting For The Bells’. Sin embargo, sucesivas escuchas muestran que la nueva obra del sueco es un brillante catálogo de pop a la antigua usanza, que bebe de Harry Nilsson, Phil Spector y Marvin Gaye a partes iguales, con canciones tan fantásticamente atemporales e imperecederas como ‘If She Ever Knew’, ‘When The Time Is Right’, ‘Take A Better Look’, ‘Lucky Eyes’, ‘The Clouds’ o la propia ‘A Tender Trap‘, en un conjunto irrepochable en el que no sobra ni un segundo.

Y, aunque por su nuevo sonido aparente haberse convertido en un Richard Hawley puesto de anfetas, sus letras no se enredan en complejos artificios poéticos, retratando con poder y emoción el lamento por la pérdida: de amores, de amigos, de hogares, de ilusiones, de juventud y oportunidades vitales en general. Desde su fría tierra de origen, Joel Alme ofrece otra vez un cálido abrigo en el que los amantes y los afligidos podrán enjugar sus lágrimas. Los afortunados a los que la vida les sonría, por su parte, seguro sabrán empatizar con aquellos e incluso regodearse en ese placentero dolor de revivir sus momentos más bajos. Y todo gracias a un (maravilloso) disco.

Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘When The Time Is Right’, ‘A Tender Trap’, ‘If She Ever Knew’, ‘The Clouds’, ‘Take A Better Look’
Te gustará si: Belle & Sebastian, el primer Richard Hawley, Rumer
Escúchalo: Spotify

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Publicado por
Raúl Guillén
Tags: joel alme