«Sí, sí, es muy simpático eso de meter comentarios aparentemente casuales en la canción como «ese disco indie que es muuucho más guay que el mío» y tal. Y uuuuy, mira, hace con la guitarrica como el ‘Don’t Tell Me’, fíjate… Pero detrás de esas gracietas solo hay la enésima deglución perfecta para adolescentes con picores, de parte de la próxima Jackie O (por aquello de su noviazgo con Connor Kennedy). Así que no pienso escucharla más. Osssea, like ever». Raúl Guillén
.«Me repele mucho la belleza aburrida de Taylor Swift (no puedo verla ni en foto), y más todavía la producción chirriante de esta canción con desagradables voces dobladas y guitarras enlatadas. Sin embargo, no hay pero que se le pueda poner a esta melodía que se recuerda de pe a pa desde la primera escucha. La perfección pop, vamos. Con otra protagonista y estilo, y un final algo más imaginativo, sería la canción del año». Sebas.
«La primera vez oí esta canción podían haberme dicho que era Avril Lavigne y me habría quedado tan a gusto. Como medio mundo, supongo. Es cierto que no tiene ni de lejos el gancho que pueda tener ahora mismo ‘Call Me Maybe’, pero el tema tiene todos los ingredientes para enganchar: arpegio bonico, bridge, estribillo molón, uuuuuuhhs, paradas, estrofas habladas… Sólo por poder cantar con esta ñoñería (y a ser posible a voces) algo como » no, chati, que tú y yo no vamos a volver en la vida» ya habrá valido la pena». Angèle.