Las palabras del demandante no tienen desperdicio: “Justin me ha cobrado 426,78 dólares que nunca me ha devuelto. Este dinero se utilizó para practicar un aborto porque Justin Bieber preñó a mi hija Selena Gomez en mi habitación”. La historia, que es delirante, continúa. “Usher vino a mi casa el 4 de julio de 2012 y me sodomizó con una bengala y la encendió dentro de mi ano mientras me gritaba ‘Fireworks’ de Katy Perry en el oído”.
Cuando creíamos que imaginar a Usher sodomizando con una bengala a un señor de Michigan mientras canta el tema de Perry es insuperable, él prosigue con su historia: “Bieber me robó la tarjeta de crédito para comprar cocaína para él y P. Diddy para usarla en las zonas libres de drogas de los colegios. Bieber también se compró un alargador de pene con mi tarjeta robada de American Express”. ¿Cómo superar esto? Ni Mariló Montero ha podido…