Al menos, ya es más que lo que la líder del PP declaró en un primer momento (que el Ayuntamiento no iba a volver a permitir estos eventos en los recintos de su titularidad), aunque la realidad es que muchos de estos recintos, entre ellos dos de los más grandes que posee la capital (el Madrid Arena y la Caja Mágica) verán drásticamente reducido su aforo. Otros de los afectados serán el Conde Duque y el Matadero.
La norma se completa con la instalación de dispositivos electrónicos para regular el aforo y con la sugerencia al resto de Administraciones (y aquí viene la puntilla) de hacer extensible la norma a las salas privadas, que se rigen por una ley regional y no municipal.