Philip Ekström nunca se deshará de su tono a lo Robert Smith, pero donde en su debut las guitarras post-punk recordaban inevitablemente a Joy Division y a The Cure, ahora las canciones se inundan de un estupendo toque balearic, chillwave y en algún momento casi tribal que nos hace pensar en la transformación que sufriera hace tres años Jack Peñate. De hecho, canciones como ‘Black Sunset’ suenan como si The Mary Onettes se hubieran puesto un bañador que Robert Smith nunca se habría atrevido a lucir en público.
Esas playas a las que evocan sus canciones no son siempre un lugar soleado donde reposar o bailar. El grupo no se cansa de repetir en las entrevistas que sus letras esconden un punto de oscuridad, y por si no queda claro con títulos como ‘Evil Coast
‘, la mencionada ‘Black Sunset’ o ‘Can’t Stop The Aching’, el single ‘Hit The Waves’ se abre con la frase «en la ola de la vida / estaré llorando a tus pies». El poso melancólico que tanto caracteriza a Labrador vuelve a estar conseguido, ahora por el camino del dream pop y de la banda sonora ochentera, como sucede en cortes como ‘Years’, con cierta conexión con el último M83 o Chromatics, salvando una carrera que de otra forma apuntaba a la repetición y a la decadencia… aunque no tanto ni con la suficiente entidad con respecto a otras propuestas similares, como para dar al sello ese disco sobresaliente que lleva tiempo sin salir de sus filas.Calificación: 6,8/10
Lo mejor: ‘Hit The Waves’, ‘Don’t Forget To Forget About Me’, ‘Evil Coast’
Te gustará si te gusta: los últimos de Club 8 y Jack Peñate, Washed Out, M83
Escúchalo: Deezer