Bajo este casi inmejorable esqueleto aparecen nuevas composiciones que salvo alguna otra excepción de hecho innecesaria como ‘I Put a Spell On You’, son temas escritos por él mismo. Entre ellas aún destaca la vibrante ‘Waiting For The Company’ o esa ‘Get Up (What You Need)’ que abre el álbum dando una muestra excelente a los curiosos sobre qué nos ofrece Willy Moon. El neozelandés se inspira en melodías cincuenteras llenándolas de arreglos retro, como cuerdas y vientos, pero dándoles una pátina de modernidad, en este caso muy vinculada a la escena hip-hop, próxima a ‘Power’ de Kanye West. Y ojo porque este mismo tema tenía autorreferencias a ‘Jesus Walks’, que sampleaba el ‘Walk with Me’ de ARC Choir… que es retomado por otro corte de este disco, ‘Railroad Track’.
Pero si Moon pareciera obsesionado con algún artista en particular, no sería precisamente un americano de nuestros días, aunque sólo sea por todos esos «nena, ya sabes lo que quiero» con los que nos inundan las letras, en la línea del rock ‘n roll más clásico. Al final de esta media hora, el muchacho que tanta hambre pasó de pequeño -cuenta que su familia se alimentaba a base de poco más que pan y queso y que tenía hasta que robar-, por mucho que ahora se pueda permitir componer con un MacBook, no exactamente el ordenador más económico del mercado, logra convencer del gracejo y buen fondo de su propuesta. Ayuda la escuetez de la edición normal del disco (la deluxe trae 2 pistas más que alargan demasiado), debida a que él mismo odia tanto una camiseta como una canción que dure más de tres minutos. En un mundo donde The Baseballs han triunfado haciendo versiones, ¿no debería Willy Moon arrasar?
Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘Yeah Yeah’, ‘My Girl’, ‘Get Up (What You Need)’
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Escúchalo: Deezer