Death Grips / No Love Deep Web

Cinco meses fue el tiempo que Death Grips se tomaron para grabar este -de momento- último álbum. ¿Qué cosas pasaron en ese tiempo? Sus contactos en Epic habían sido despedidos -una constante en la industria musical durante los últimos tiempos- y, aunque reconocen que el trato siempre fue correcto, cuando volvieron ya no se encontraron tan cómodos. El sello y los promotores se habían enterado por la prensa de que el grupo suspendía la gira anterior, ellos no querían estar rodeados de «Jennifer Lopez y el ganador de ‘X Factor'» y a esto hay que añadir que desde la discográfica preferían retrasar el largo a 2013 para que el grupo continuara explotando el anterior. Death Grips habrían interpretado esto como una traición a sus fans, a los que habían prometido un disco a finales de año, y decidieron lanzarlo por su cuenta, de nuevo, sin contar con nadie. Y sin cobrar. Después de unas semanas, Epic los dejaba marchar.

‘No Love Deep Web’ venía marcado, aparte de por su carácter gratuito, por su portada. El autor de la foto y actor, que no es otro que el propio percusionista Zach Hill, se molestaba en las entrevistas cuando la prensa se refería a ella como una polla sin más. «Si no ves más que eso, no tengo mucho más que decir», contestaba. De la misma manera que la cubierta de ‘The Money Store‘ era un guiño a las riot-grrrls, esta pretendía ser un canto contra la homofobia porque el grupo siempre ha sido muy «pro-homosexual», muy «pro-el individuo sea como sea», sin ser gay. Buenas las intenciones, ambiguo el mensaje (muchos interpretaron la portada como un desafío a su sello, algo que confirmaría la alternativa que veis abajo) y cuestionables los resultados artísticos en todos los sentidos: con la tontería de que el grupo nunca se ha sentido demasiado a gusto explicando sus letras o su arte, las entrevistas se convertían en una vuelta sobre lo mismo (la portada, la salida del sello, la decisión de -¡uh!- cerrar su Twitter), incluso cuando estas ocupaban páginas y páginas en forma de especial como es el caso de la enlazada entrevista con Spin.

¿Pero qué encontramos en el disco? De nuevo canciones que suenan depravadas, agónicas, sucias, sexuales… pero tan poco eróticas como la portada o un charco de babas soltado por Prodigy sobre el escenario. La primera, ‘Come Up and Get Me’, nos muestra a un MC Ride completamente desgañitado, entonando frases como «fuck the world, fuck this body», «I’m epiphanic amnesia», «fuck a nazi» (una de las más distintivas, muestra probable del carácter político del grupo) o «know it won’t be long be now» (muestra de que la influencia de Suicide no se quedaba en el estilo, lo que también se puede apreciar en la decadente -para bien- ‘World of Dogs’).

A pesar de que los sintetizadores vuelven a quemar, de nuevo encontramos momentos aislados que podrían ser sampleados y convertidos en un hit tanto por la vía underground (Girl Talk) como por la comercial (Timbaland). Es el caso de la espléndida ‘Black Dice’, de ‘Pop’, de los sonidos bélicos muy gráficos de ‘Bass rattle stars out the sky’ o de nuevo del cierre, ‘Articial Death In The West’. Eso sí, esta vez los trucos ya se conocen, el disco sin baterías programadas no es tan rock n roll como ellos habían anunciado (o como el anterior) y algunas de las canciones resultan algo más obvias. Sin llegar a lo predecible, ya no son tan sorprendentes: fue una buena idea lanzar el disco durante el mismo año.

Calificación: 7,4/10
Lo mejor: ‘Black Dice’, ‘Come Up and Get Me’, ‘No Love’
Te gustará si te gusta: el anterior
Escúchalo: Third Worlds

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Publicado por
Sebas E. Alonso
Tags: death grips