La introspección es un factor que entra pisando fuerte y para que esto se haya dado puede que tenga bastante que ver la experiencia cercana a la muerte que tuvo Homme en 2010 cuando en una operación de rodilla estuvo a punto de irse al otro barrio debido a una serie de complicaciones. En 2011, la banda volvió a la actividad reeditando su homónimo debut y girando con conciertos temáticos en torno al citado álbum. Entre eso y que haya vuelto a contar con Dave Grohl para grabar la batería (Grohl estuvo presente tanto en la grabación como en la gira del citado ‘Songs For The Deaf’) e incluso con Oliveri, aunque sea para grabar coros en un par de canciones, podríamos pensar que ‘…Like Clockwork’ está inspirado en los orígenes de QOTSA, pero no: el proceso mutante del proyecto ha dado pasos de gigante y aquí definitivamente desaparecen las querencias metaleras, quedando el rock en el centro, con los trazos stoner y demás elementos desérticos por los que conocemos y amamos a Queens bien patentes, pero presentados de una manera más comedida.
La lista de invitados no se limita a Grohl y Oliveri, de hecho es bastante amplia, destacando otras colaboraciones como las de Alex Turner o Elton John, pero nadie le arrebata protagonismo al frontman, con la figura de Homme más en el centro de la diana que nunca, quien emplea a sus colaboradores como un colchón de lujo para sus composiciones. Detalles aparte, lo nuevo del pelirrojo es un disco de rock a todos los efectos, con potencia y garra, así que no hace falta que nadie se lleve las manos a la cabeza, porque jamás deberíamos tacharlo de disco de madurez y sí considerarlo como un paso adelante más dentro de una de las carreras más interesantes de las últimas décadas, una nueva exploración en la que al caballo desbocado se le han tomado un poco más las riendas. El mejor ejemplo de esto es el primer single de adelanto, ‘My God Is The Sun’, además de otros temas rockeros como ‘I Sat By The Sun’, ‘Keep Your Eyes Peeled’ o ‘If I Had A Tail‘, con gancho y buenos estribillos, potentes pero con un control antes ausente en gran parte. En estos diez nuevos temas, con una duración total de tres cuartos de hora, tenemos una clara división entre los ya citados, que muestran una faceta bien conocida de la banda, y las baladas y medios tiempos que copan la otra mitad del minutaje, algo más inusual y que en anteriores ocasiones había quedado como mera curiosidad (sobre todo las baladas). Con el mismo don y la misma efectividad de los cortes guitarreros, Homme saca a relucir su faceta más sutil y melódica en temas como ‘The Vampyre Of Time And Memory’, ‘Kalopsia‘ (escrita a medias con Alex Turner), la desgarradora ‘I Appear Missing‘ o el tema titular que cierra el álbum, con el piano acústico como instrumento prominente además de la habitual instrumentación y otros mil detalles sonoros que se van descubriendo escucha tras escucha.
Mark Lanegan también reaparece en ‘…Like Clockwork’, contribuyendo entre otras cosas con una canción escrita a medias con Homme, ‘Fairweather Friends’, precisamente una de las mejores y donde hace su aparición Elton John al piano y coros. La canción más inusual del álbum es sin duda ‘Smooth Sailing’, con toques electrónicos en la base, aires funk y la colaboración de Jake Shears de Scissor Sisters. Como curiosidad queda bien, pero las bondades de este álbum andan por otros derroteros. ‘…Like Clockwork’ es un álbum que no se digiere bien con las primeras escuchas, que requiere tiempo para calar hondo, pero una vez que lo hace ya no te suelta y ahí reside precisamente la magia de los discos difíciles, que permanecen mucho más tiempo en la memoria y en el reproductor que muchos que entran bien a la primera.
Calificación: 7,8/10
Lo mejor: ‘I Appear Missing’, ‘Fairweather Friends’, ‘My God Is The Sun’, ‘The Vampyre Of Time And Memory’, ‘…Like Clockwork’.
Te gustará si: has aceptado los cambios en QOTSA y quieres acompañarles en este y todos los viajes que queden por delante.
Escúchalo: Youtube