¿Es la tercera temporada de ‘Juego de tronos’ la mejor ?

Y de repente, como un cuchillo empuñado por un supuesto amigo que no ves llegar antes de que te lo clave, ‘Juego de tronos’ dejó de ser vista como esa serie de freaks que siguen millones de personas para ganarse el título de ficción del año con cero competencia. Y no lo decimos por la calidad de la misma, que por supuesto también, sino por el impacto con el que ha sido recibido lo acontecido en el capítulo nueve de su tercera temporada, una secuencia que ha marcado un antes y un después en lo que a miramientos con el espectador en ficciones televisivas se refiere.

Otro noveno episodio maldito que hace una semana convirtió internet durante días en algo parecido a un campo de minas lleno de spoilers para todos aquellos que no pudieron seguir la emisión del mismo en directo y que tuvieron que verlo después, ya fuera a través de descargas (con razón es la serie más pirateada) o esperando 24 horas a que Canal Plus emitiera el capítulo USA en España. Es curioso que antes tardáramos meses en recibir las series y hoy un día no basta. Pero como para arriesgarse, y lo escribe uno al que por aguantar le amargaron la sorpresa. Hasta aquí ha llegado nuestra locura.

En cualquier caso seguro que es por eso que tras aquel festín de muertes inesperadas se nos antoje algo soso el último capítulo de la temporada, especialmente su repetitivo cliffhanger visto casi igual unos cuantos capítulos antes. Pero esto es algo que sólo ocurre por comparación a lo visto en los episodios anteriores, que si tenemos en cuenta su función dentro de una serie tan coral, que no es otra que la de dejar puestas las bases de las tramas que se desarrollarán en la cuarta temporada, podemos decir sin miedo que la prueba ha sido superada.

Tanto que no sería descabellado afirmar que hemos disfrutado estas semanas de la mejor temporada de ‘Juego de tronos’ de las emitidas hasta la fecha, y eso que esta vez sus responsables no contaban con los golpes, o mejor dicho, el golpe sorpresa que nos dejó en shock la primera ni tampoco con las ansias de sangre de la segunda. Tampoco es que las necesitaran, ya que tenían a su favor otra ventaja mayor para entregar una tanda épica: nuestra bajada de guardia.

Un truco, como los lectores bien saben, ampliamente explotado por George R. R. Martin en sus novelas pero que en televisión no sólo ha servido para que las reacciones a la dichosa secuencia hayan sido más viscerales, dolorosas e incluso divertidas vistas ahora en la distancia, sino para que esta ficción, sus guionistas, sus personajes y, sobre todo, los actores que le dan vida se hayan permitido el lujo de acercar este género fantástico al Olimpo de las series donde lo sugerido se prefiere a lo masticado.

Y es que en estos capítulos hemos podido ver toda una colección de detalles, silencios y sobre todo de miradas que decían en un segundo lo que no se podría contar con miles de palabras. Claro que sangre, acción y sexo también ha habido, que de al fin y al cabo de esto se trata, pero no han sido las batallas, las mutilaciones, los folleteos, las torturas y las espadas las que han puesto a ‘Juego de Tronos’ a la misma altura que ficciones como ‘Los soprano’, ‘Mad Men’, ‘A dos metros bajo tierra’ o ‘Breaking Bad’. Porque esto ya no es entretenimiento, sino que como decía aquella famosa chica, es otra cosa.

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Publicado por
Claudio M. de Prado