Mala Rodríguez: «Hay más hombres «putas» que mujeres»

Mala Rodríguez ha publicado recientemente su quinto disco, el excelente ‘Bruja‘, que contiene algunas de las mejores canciones de su carrera, lo cual es mucho decir después de títulos como ‘Lujo ibérico’, ‘Alevosía’, ‘Malamarismo’ o el incomprendido ‘Dirty Bailarina’. Este es el resultado de nuestra conversación telefónica con la artista, durante poco más de 15 minutos.

¿Por qué en ‘Bruja’ has trabajado con varios productores en lugar de confiar sólo en un par de ellos?
Quería encontrar la música con la que me sintiera cómoda. He escuchado un montón de ritmos de mucha gente distinta, de distintas partes del mundo: Francia, Estados unidos, España, en algún sitio más… Me he dejado llevar por lo que sentía, no tanto por «voy a reunirme con un productor y vamos a desarrollar algo» sino por todo lo contrario. Lo importante era sentirme cómoda. Ha sido un proceso largo, escuché casi 600 ritmos o más, y como tenía el deseo de que la música fuera como un traje a medida, fui muy meticulosa. Quería algo acorde al sonido que necesitaba para el álbum.

Te preguntaba porque has dicho en algunas entrevistas que te interesa el concepto de álbum. Supongo que al trabajar con tanta gente, el sonido a veces no queda bien cohesionado, ¿no te preocupaba esto?
Tienes toda la razón, pero yo quería liberarme de esa cosa. A veces quieres hacerlo todo tan bien que te olvidas de que las canciones son canciones. Y cuando todas las canciones te gustan, la recopilación hará un buen trabajo. Yo quería hacer canciones que solitas, me dijeran mucho. Ha sido una locura hasta los últimos días, pero también he peleado mucho por que todo tuviera una homogeneidad, ha sido complicado porque cada canción es de su padre y de su madre, porque lo que las une son los versos… y la energía. Pero confiaba en que sería un buen resultado. Quería hacer, hacer, hacer… sentirme cómoda en el estudio, y trabajar los temas uno por uno. No quería pensar en algo conceptual, pero definitivamente sí había una dirección. Masterizar es básico para darle ese sentido, esa homogeneidad al sonido, esos detalles sutiles que tienen las canciones gracias a la mezcla que hacen que sí haya un toque que las une, además del contenido, que es lo más importante.

Tu voz ha cambiado mucho desde los primeros discos. ¿Has trabajado mucho en ella o por edad o por las cosas de la vida está distinta? ¿O tú no la ves tan distinta?
Yo reconozco cuando en algunos temas se me ve que estoy borracha (risas).

¿En qué temas?
No sé, en algún tema digo «aquí estaba yo un poco drogada», pero lo que quiero decir es que es el estado de ánimo el que te hace que la voz sea de una u otra forma, además de por supuesto la edad, no es lo mismo si tuviera 80 años que cuando tenía 19. Pero el estado de ánimo influye… si estás relajada, concentrada, si estás intoxicada o cómo quieras llamarlo… Todos esos matices se encuentran en la voz. Es maravilloso escuchar una canción y ver todos esos detalles.

‘La rata’ es mi canción favorita de este disco, aparte de por la letra, me gusta muchísimo el desarrollo de los instrumentos, cómo entran y salen o suben y bajan, ¿es una de aquellas en las que más trabajasteis o salió muy rápido?
De las mías también. Algo bonito que hay en este trabajo es que he llegado al estudio con las letras dentro, no he estado leyendo un texto. He estado trabajando en casa, escribiendo, ha habido muuuuucha pre-producción. De manera que al llegar a la grabación para preparar el material para tal día, en ese momento ha sido guay porque yo ya estaba entrenada. Tengo el micrófono delante y grabo y sale la cosa. A veces improvisaba, pero como estás caliente… ¿entiendes? Como estás muy preparada, ha sido muy satisfactorio, ha sido muy rápido y fresco. Y hay una canción que usa la pista de audio de una de las maquetas. Dije que aunque la había grabado de nuevas, prefería la original.

¿Cuál era?
‘Dorothy’, la grabé en una habitación, no sé en qué leugar. Me gusta grabar de una vez toda la canción y yo creo mucho en la primera toma. Luego quieres hacer más pero no es lo mismo. Cuando tienes la canción dentro, ya grabas y no hay que hacer tomas. Ya eso es raro, ya es mirarse mucho al espejo… Lo que he podido aprender de grabarme a lo largo de los años es que hay que confiar en uno mismo y en sentir, en lo que sientes, más que en ser perfecto. Leí hace unos días que a esta canción le faltaba producción, «back vocals»… Y yo me sonreí porque ese debate precisamente se abrió. «Aquí lo que hace falta es nosequé», y yo lo que quería era dejarla desnuda.

’33’, ¿por qué la dejasteis así? El oyente no sabe cómo acaba. ¿En directo terminarás la letra?
Es un poco de chulería, es por decir «puedo estarme aquí hasta junio con la canción». Es como decir «¿qué más quieres, tío? ¿que siga?». Por eso acaba en fade out. El verso sigue pero es como «Ya, bájalo, porque podemos estar aquí 20 minutos». Es como mostrar sólo un puñetazo.

Esta canción contiene sexo, rabia, citas políticas…
Yo me río porque un chico, un rapero de Madrid que conocí hace poco, me dijo: «me gusta porque rapeas como un hombre» y yo digo: «ya quisieran muchos hombres». Vamos, no me jodas…

Se rapeará bien o mal, o te gustará o no, pero no se rapea como un hombre o una mujer, ¿no?
Pero ellos lo dicen porque empleo palabras meramente masculinas, y porque me estoy dirigiendo a un hombre con adjetivos como «puta», pero hay más hombres putas que mujeres. Es como cambiar de rol. Es divertidísima esta canción. Escuché un ritmo, al rato me puse a grabar y en un momento ya estaba grabada. Y es como «aarrgh», sacar de ahí todo el demonio.

Ha habido un poco de indecisión con el single del disco, ¿por qué subisteis ‘La rata’, ‘Quien manda’ es la que sale dos veces en el disco, pero el vídeo es otra…?
Yo creo que ‘La Rata’ salió porque directamente salió a la calle, o sea que ya que estaba por ahí… Para que estuviera por ahí, la publicamos. El single es ‘Quien manda’. A mí me apetecía salir con ’33’. Fue un riesgo, pero está claro que también ‘Caja de madera’… Yo… no sé. Hoy en día se puede lanzar un álbum de muchas maneras, con varios singles, sólo con uno…

Sobre ‘Dirty bailarina’ has dicho en las entrevistas que no se entendió bien. Yo creo que no se entendió bien porque la promoción fue un poco confusa. ‘Por eso mato’, por ejemplo, a la larga me parece la canción más chula, pero se quedó ahí en medio de la nada…
No, directamente, no se trabajó, yo creo que fue un álbum que no se trabajó para nada.

¿Por qué crees que fue?
No sé, pregúntaselo a la discográfica.

En cualquier caso sigues con ellos, porque son los mismos…
Tengo un contrato. Yo creo que es una lástima, siento que en España hay un sector que, digamos, son los que tienen toda la atención. Es una lástima porque hay un montón de cosas muy interesantes. Pero bueno, van pasando cosas, la información llega de otra forma, hay otras plataformas… Al final todo sale a la luz.

Recuerdo un tema llamado ‘Mi tó’ de 2011 que no ha salido en el disco, quizá con la guitarra eléctrica que tenía no pegaba demasiado…
A mí me encantan todas las canciones, todas las canciones que hago me gustan. El proceso que inicié hace unos años, del cual forma parte esta canción de ‘Mi tó’, incluye un montón de canciones que no han salido.

¿Cuántas son «un montón»?
Yo qué se, un viaje (risas). Nunca me había visto con tantas puertas abiertas. He hecho canciones solo con una guitarra, con otro tipo de ritmo. He hecho lo que me ha ido apeteciendo. Al entrar en estos terrenos de tanta libertad pues uno descubre cosas de sí mismo… y está guay. Pero sí es cierto, como dices, que igual no pegaba mucho esta canción en el disco. Dentro de esta reunión, de estas canciones que he escogido, publicado ahora, queda como que está rara, pero no todo tiene que publicarse. Eso forma parte del proceso creativo de un artista. ¿Todo tienes que publicarlo? Haz un favor al público y no hagas esa mierda. Es bueno que uno tenga su momento con su obra y diga «pues creo que esto me lleva hasta aquí y esto me lleva a otro lugar. Las prisas no son buenas. Lo que está bien es practicar, practicar, practicar, sentirte bien… Y luego tener una visión respetuosa con un trabajo que vas a publicar, que vas a mostrar al público. Es importante ver qué quieres mostrar.

‘Miedo a volar’, por su carácter intimista, quizá es la que menos cabe en un disco que se llama ‘Bruja’, que contiene tanta mala uva a consecuencia de la situación política. Te quería preguntar si es una de tus favoritas. Y luego también si lo que suena es un saxo tenor o un clarinete, porque en los créditos no lo pone, y en nuestros foros hubo un debate sobre eso.
Yo creo que es un saxo, pero le podemos preguntar a Jota. Cuando escuché esa música, vinieron todas estas imágenes y las escribí. Esta canción, como ’33’, surgió así: escuché la música y vinieron esas imágenes. Estaba emocionada porque estaba en la historia esta… y como muchas veces hago un dibujo abstracto cuando escribo, me gustó mucho, me sentí muy bien de hacer algo completamente literal. Aunque por supuesto tiene un trasfondo que puedes mirar desde distintos puntos de vista, como mujer o como algo distinto… Pero sí creo que tiene que ver con ‘Bruja’. Las brujas vuelan. Yo estoy diciéndole a alguien que tiene que volar, que yo le voy a enseñar. Me gusta mostrarme como una mujer que tiene claras ciertas cosas y que muestra dónde es capaz de llegar si algo le interesa. No estamos hablando de gilipolleces. Para mí ‘Bruja’ es una mujer libre, con poder…

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Publicado por
Sebas E. Alonso