La Mala desvela el final de ’33’ en vivo: «Cómeme el coño»

La gira de Mala Rodríguez para presentar el Disco RecomendadoBruja‘ recorre finalmente el país durante los meses de octubre y noviembre. Anoche fue el turno de Madrid, donde la artista llenó la Sala Marco Aldany con una austera puesta en escena, en la que sólo la acompañaba su DJ, Jekey, soltando las bases y haciendo algunos scratches. María apareció en shorts hacia las 21.30 después de cinco minutos de dubstep y otras músicas actuales pinchadas por el DJ a modo de introducción. El show se abre como el álbum, con ‘Esclavos’, sigue con uno de los últimos sencillos, el explosivo ‘Caja de madera’, y desde entonces encadena una veintena de hits, algunos ocupando únicamente un par de minutos del set.

Que no hay tregua para el público se notó sobre todo en la ausencia de pausa entre ‘Déjame entrar’ y la enorme ‘La niña’, aún su mayor trallazo, que además dio paso a la siempre celebrada ‘Tengo un trato’, con un número en medio bastante payasete en el que La Mala fingía que le estaba sonando el móvil (por lo de «te llaman, te llaman, teléfono no para de sonar»). «Estoy en Madrid tocando», indicó «al otro lado de la línea», despertando el fervor del público.

Podría haber sido el momento álgido del concierto, pero casi todos lo fueron: ‘Quién manda’ seguida de ’33’, cuyo misterioso «fade-out» explicado en las entrevistas (se apaga para no tirarse toda la eternidad desprendiendo rimas como escupitajos) se resuelve en directo terminando en «cómeme el coño»; la coreada ‘Tengo lo que tú quieres’ seguida de la más coreada todavía ‘Nanai’; mi favorita ‘Te convierto’ antes de la canción que cambió el zumo de mango concentrado para siempre; ‘Hazme eso’ tras la pregunta de quién iba a follar esa noche («no está mal, Madrid», animó); ‘Por la noche’ o, para terminar, balada, ‘Lluvia’ (no sonó ‘Miedo a volar’).

En el bis, un ‘Tambalea’ colaborativo con decenas de «dirty bailarinas» sacadas del público, y en el que no se permitía la presencia de hombres (un gorila echaba a aquellos que lo intentaban); y ‘La Rata’, la canción más avanzada de ‘Bruja’. El show, en el que la Mala sólo se ayudó en lo vocal de un MC en sustitución de Shotta para ‘Quién manda’ -ya que Shotta explicaba en Twitter que no podía asistir- se extendió sólo durante 75 minutos, pero era difícil que la artista pudiera soltar bilis durante mucho tiempo más, antes de que su voz o sus energías se resintieran. Echamos de menos canciones como ‘Por eso mato’, pero no se puede reclamar a La Mala precisamente que no llenara el escenario dedicándose al público y a sus rimas en su justa medida. La puesta en escena era ella. 9.

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Publicado por
Sebas E. Alonso