‘Memorias sónicas’, imperfecto pero imprescindible

Contra ha publicado una recopilación de relatos de músicos alternativos que hablan sobre sus discos favoritos de la historia, de la adolescencia o la niñez, los que más les han influido o han marcado su vida por alguna razón. Si ya, aunque dentro de cierta «independencia», los artistas cuestionados son dispares, desde Javier Álvarez a Fernando Alfaro pasando por Eduard de Za! o Nacho Vegas; los discos homenajeados lo son más todavía, recurriendo algunos a elecciones más o menos obvias como The Beatles (Marina Gallardo) o Magnetic Fields (Francina de Doble Pletina), pero también a otras más inesperadas, como El Último de la Fila (Esther de Me and the Bees se derrite ante sus letras) o las Spice Girls.

Cada artista se ha aproximado a su disco elegido como le ha dado la gana y eso ha dado lugar a un libro entretenido que se lee muy rápidamente, en el que cada relato, además de normalmente muy breve y ligero, es una aventura muy diferente a la anterior. Ni siquiera aquellos que han coincidido en la estructura que seguir se parecen, y así, el «canción por canción» de Santi Balmes de Love of Lesbian sobre el ‘Siamese Dream’ de Smashing Pumpkins no tiene nada que ver con el realizado por Javier Álvarez sobre ‘The Visitors’ de Abba, ni este con el realizado por Javi Vega de Maga en su acercamiento (incluso geográfico) al ‘Pink Moon’ de Nick Drake.

Entre los relatos más originales, encontramos el de Abraham Boba, que ha recurrido a un diálogo para hablar de ‘Initials B.B.’ quizá porque a Gainsbourg le encantaban los diálogos chico-chica; o el de Ricardo Vicente, que ha realizado una curiosa dramatización sobre la historia de Richard Manuel de The Band y los miedos que llevaron a su final. A menudo las técnicas narrativas no son las más interesantes de la historia de la literatura, pero no cabe duda de que cada artista termina retratándose a sí mismo: lo que Julio de la Rosa nos cuenta con Papa M de fondo podría haber sido una de sus grandes canciones, el ambicioso Fernando Alfaro retrata lo salvaje a través de Nick Cave y Nacho Vegas habla de nuevo de la despolitización de la música en España a través de su opuesto en Reino Unido (Housemartins).

Mención aparte merecen los episodios jevis, no sólo por lo categóricos que suenan («ser jevy es lo mejor», dice Miguel Ángel Blanca de Manos de Topo hablando de Pantera) sino por las anécdotas que incluyen. Así, Blanca dedica unas palabras nada finas ni sutiles a la pobre Laura Pausini, Eric Fuentes de The Unfinished Sympathy confiesa que le regalaron en una tienda de Barcelona el ‘Live After Death’ de Iron Maiden cuando lo que él quería era el recopilatorio ‘Soy increíble’ (aunque al final el disco de Iron Maiden le encantó) y Refree habla sobre lo difícil de encontrar que es la energía que transmitían Guns’n Roses.

Hay textos descuidados (la, por otro lado, encantadora Maria Rodés llega a hablar de «cuatro componentes del grupo» al hablar de las Spice Girls, y además no las recuerda con demasiado afecto) y hay textos estupendos (el modo sutil con el que Francisco Nixon en homenaje a Sergio Algora habla de Juan & Junior; la conexión con alguien a través de un simple disco de Prefab Sprout según Lluís de Els Pets), pero ante todo ‘Memorias sónicas’, con prólogo de Miqui Otero e ilustraciones de The New Raemon, es un cúmulo de anécdotas personales e historias de las que no suelen aparecer ni en las revistas especializadas. 7.

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JNSP