Y así ha sido en este primer programa, en el que una de las invitadas era Topacio Fresh y en el que Pepino Marino y Crawford se han convertido, por arte de birlibirloque, en dos sosísimos DJs con cero gracia para bailar y para interactuar con los presentadores (¡esa mano en el bolsillo, por favor!). Si a esto le añadimos que a mí -personalmente- Javier Coronas me parece un humorista algo cargante, puedo asegurar sin tapujos que tenía una buena batería de prejuicios ya desde antes de que empezara la emisión.
Lo bueno es que no hay nada mejor que darse un baño de realidad para reconocer que, en el fondo, ‘Alaska y Coronas’ no está tan mal. Para empezar, porque la pareja tiene con diferencia mucha más química que su predecesora, formada por Mara Torres y Joaquín Reyes
. Y para continuar, porque Alaska sigue siendo una entrevistadora que es capaz de cambiar de registro con una facilidad más que evidente, como ya demostró en su momento en ‘Carta Blanca’ cuyo director, ¡oh sorpresa! es el mismo.Es por eso que, dejando a un lado los amiguismos onanistas y endogámicos, el programa tiene una parte más que salvable. Que en televisión exista un espacio al que puedan asistir Javier Cámara o Marian Álvarez para hablar sobre sus respectivos premios Goya, o que Mariscal, Forges y el historiador Julián Casanova rivalicen con ‘Sálvame’ proponiendo un interesantísimo y enriquecedor debate sobre la idiosincrasia española, es de agradecer.
¿Os acordáis de cuando existían programas de entrevistas culturales en la tele? Pues eso.
Calificación: 6,5/10. Alaska está infinitamente más cómoda que Mara…
Destacamos: que ha desaparecido la banda que tocaba en directo. Los recortes, ya se sabe.
Te gustará si: echaste de menos un toque marica en ‘Torres y Reyes’.
Predictor: esperamos que tengan más suerte que su predecesor…