Desde la secretaria liada con el jefazo, pasando por la niña rica rebelde, la hija comprometida que quiere ser periodista de raza, el fotógrafo chulito salido como él solo y un chófer de clase baja cuyo padre y abuelo han trabajado en la mina (ejem) y que para más INRI se va a liar con la niñata rica rebelde. Pura innovación en el guión de esta serie que versa sobre una revista de moda cuyo ascensor es el más lento de la televisión mundial, algo que produce inenarrables e improbables escenas con bien de tetas y torsos desnudos, suponemos que para cumplir con la cuota picantona de cualquier serie española.
Aunque eso no es lo peor, porque todavía hay más: un becario con pinta de bobo que cada vez que habla parece Paco León haciendo de Raquel Revuelta en ‘Homo Zapping’, Luisa Martín interpretando (una vez más) a una chacha y Carlos Iglesias y Neus Sanz entregados a un absurdo capítulo de ‘Matrimoniadas’; todo esto mientras los guionistas intentan meter con calzador una subtrama a modo de thriller, con asesinato, políticos y prostitutas que, ¡oh, cielos! No le interesa absolutamente a nadie.
Calificación: 2/10.
Destacamos: sorprendentemente, lo peor de esta serie no es Belén Rueda.
Te gustará si: eras fan de ‘Yo soy Bea’.
Predictor: ¿podemos dar la callada por respuesta?