‘The Spoils of Babylon’ es una parodia que, al igual que ‘Casa de mi padre’, sitúa gran parte de su potencial cómico en lo anómalo y defectuoso de su lenguaje. Por una parte, la serie eleva el raccord a la categoría de gag visual y reflexivo: saltos de eje, fallos de continuidad espacial y temporal, cambios repentinos de vestuario… Y por otra, utiliza la tramoya como herramienta cómica, subrayando lo que normalmente se oculta, las taras de producción: los decorados chapuceros, los efectos especiales cutres, el celuloide en mal estado… Los tachones y borrones de la escritura forman parte del discurso principal. Lo matizan y, en muchas ocasiones, lo trastocan, lo transforman a través del guiño irónico.
Si ‘Casa de mi padre’ parodiaba el “cabrito western”, un subgénero mexicano que casi nadie conoce fuera de México (sería el equivalente al “chorizo western” español), ‘The Spoils of Babylon’ es aún más ambiciosa. No solo parodia los grandes melodramas basados en monumentales bestsellers épicos, esos que en la televisión española se emitían bajo el epígrafe de ‘Grandes relatos’, sino que también es capaz de tomar jugosas desviaciones: Bob Dylan y el existencialismo beatnik, los noticiarios de los años 30, los filmes bélicos y de ciencia ficción de serie B, el pop art y la psicodelia sesentera, las películas en 3D de los 50… Sin olvidar uno de los grandes aciertos de la serie: las presentaciones de cada capítulo a cargo de un Will Ferrell caracterizado como un imitador de Orson Welles narcisista, decadente y alcoholizado.
¿Por qué, entonces, ‘The Spoils of Babylon’ no funciona igual de bien que ‘Casa de mi padre’? Por dos razones. Una: por lo desquilibrado del reparto. A pesar de su esforzada interpretación, Tobey Maguire es incapaz de estar a la altura (le llega, digamos, a los tobillos) de una cómica superdotada como Kristen Wigg. Y dos: por lo limitado de la fórmula. Más de dos horas en total, aunque sea en seis episodios, son demasiadas para mantener el mismo nivel de eficacia cómica en todos ellos. Es muy difícil no acabar repitiéndose, alargando el chiste. ‘The Spoils of Babylon’ empieza arrancando carcajadas –el primer capítulo es memorable-, pero termina provocando tímidas sonrisas. La serie no ha sido el clásico que prometía, pero sí es una muy recomendable comedia para los fans de este tipo de humor.
Calificación: 7,9/10
Destacamos: la genial idea de que una mujer-florero sea interpretada por un maniquí.
Te gustará si: eres fan de ‘Casa de mi padre’, el humor de SNL y Kristen Wigg, ¿para cuándo una serie para ella sola?
Predictor: es una miniserie con final cerrado, pero seguro que la productora Funny or Die repite con otro proyecto similar.