Estas fueron las palabras de Dylan: “Estados Unidos se quemó y se destruyó a sí mismo por los esclavos. Estados Unidos no se dio por vencido. Tenía que aplacarse. Todo el sistema debía arrancarse a la fuerza. Muchos asesinatos. ¿Cuánta gente murió, 500.000 personas? Hubo mucha destrucción para acabar con la esclavitud y ese fue el punto del asunto.
Este país está demasiado jodido por el color. Es una distracción. La gente se lanza a la yugular de los demás porque son de colores diferentes. Es una locura y puede retrasar a cualquier nación – o vecindario- o a cualquier cosa. Los negros sabían que algunos blancos no querían prescindir de la esclavitud y si hubiesen podido todavía los tendrían bajo el yugo, y no pueden fingir que no saben eso. Si uno tiene un amo o un Klan en su linaje, los negros se dan cuenta. Esas cosas siguen vivas en nuestros días. Así como los judíos pueden detectar sangre nazi y los serbios sangre croata”.