Al final no ganaste el Óscar [NdE: Pallett y Win Butler de Arcade Fire recibieron una nominación a los premios de la Academia por la banda sonora de ‘Her‘]. ¿Cómo te sientes al respecto?
[Mira profundamente] Bien.
¿Te alegra ganar premios o, más bien, te abruma?
Me da igual. Si hubiese ganado el Oscar probablemente habría tenido que hacer muchas entrevistas al respecto. Simplemente estar nominado ha sido estupendo y me ha abierto las puertas a un montón de proyectos interesantes en el futuro.
¿Estás recibiendo muchas ofertas últimamente para escribir la banda sonora de alguna película?
Nada que pueda aceptar hoy por hoy, lamentablemente. Estoy muy ocupado girando con Arcade Fire.
¿Cuánto tiempo llevas tocando con ellos y cómo ves ser parte de un grupo como este?
Desde 2005. Girar con ellos cambia de cuando en cuando. Al principio era muy bonito porque no teníamos ni idea de cómo sería el directo pero ahora, en 2014, es algo mucho más establecido y tocar con ellos es prácticamente como ir a trabajar. Para mí es muy emocionante ver cómo nuestro trabajo puede llenar a tantas personas y especialmente edificante que un proyecto de rock grande como el de Arcade Fire logre emocionar a tanta gente. Además, estoy acostumbrado a girar solo y encuentro que puede ser mucho más eficiente participar en un proyecto de esta magnitud, con tanta gente involucrada.
Te reuniste con tu antigua banda Les Mouches en 2011. Teniendo en cuenta que siempre has presentado tu música solo, ¿qué tal es tocar ahora junto a una banda de acompañamiento?
Rob y Matt son dos de mis mejores amigos. Cuando nos reunimos siempre nos lo pasamos muy bien y nunca nos cansamos de estar juntos. Y si nos ofendemos mutuamente es muy fácil arreglarlo. Nos queremos mucho. Además, la mujer de Rob y mi novio son muy buenos amigos.
Tu nuevo disco se titula ‘In Conflict’ y en la cubierta hay una mancha de fósforo negro ocultando las letras. Tengo entendido que esta mancha expresa lo inconexo que es el álbum. ¿En qué sentido es ‘In Conflict’ inconexo?
En ‘In Conflict’ hay elementos de dualidad y tensión en las letras que tienen que ver con esa idea de conflicto. El modo en que el álbum ha sido mezclado y estructurado también es reflejo de eso, pero la idea de inconexión la encontrarás sobre todo en las letras, que hablan sobre el fracaso de comunicar ciertas cosas y de la lucha entre dos personas muy distintas, a veces sobre dos amantes divididos por la edad o por diferentes expectativas, o por diferencias de género e intergénero. La mancha negra expresa la dificultad de comunicarnos entre tú, el consumidor, y yo, el productor.
‘Heartland‘ era un disco simbólico; ‘In Conflict’, sin embargo, es mucho más directo y crudo desde un punto de vista emocional. ¿Sentías que era el momento de cambiar de dirección en la manera de expresarte a través de tu música?
Creo que esa impresión viene de que, en este disco, hemos mezclado la voz más alta. Decisión de mi mezclador. Él tuvo que persuadirme, fue idea suya, yo siempre he preferido mezclar mi voz más baja.
¿De qué va ‘The Sky Behind the Flag’?
Esencialmente esta canción va sobre una única versión de un impulso masculino, que es el de estar siempre en control de la situación, y específicamente sobre una relación pasada en la que las cosas no podían ser como yo quería, algo que, por otra parte, también manifiesto en mi música. Si alguna vez has estado en uno de mis conciertos sabrás que mis directos son muy meticulosos y que todo lo hago yo solo. En ‘The Sky Behind the Flag’ intento librarme de la canción pero, al mismo tiempo, trato de controlarla.
Todas las canciones de este disco incluyen la «peor nota» en sus «breaks» instrumentales. ¿Por qué?
Es algo en lo que siempre he estado interesado. La primera vez que lo hice fue en un tema del primer disco, ‘Furniture’, y me pareció algo tan poderoso que simplemente decidí que debía haber cada vez más momentos como ese en mis discos. Nunca he sido capaz de hacerlo verdaderamente bien, sin embargo, ya que soy violinista y lo mío es el control y la precisión y el que las cosas sean como deben ser. Con ‘Mt. Alpentine’, de ‘Heartland’, lo hice deliberadamente, y también en ‘E is for Estranged’. Lo de la peor nota fue un descubrimiento nuevo para mí que quise repetir en el siguiente disco.
En relación a eso, has dicho que te gusta el periodismo musical porque las críticas de discos suelen ser más emocionales que matemáticas, y que, como compositor, es algo que valoras porque, aparte de sentir la música, también has de pensarla.
Como músico creo que la crítica musical es muy valiosa pero también me resulta todo un desafío porque muchas reseñas, sobre todo de música pop, a menudo son muy inexactas. Hoy he leído una en la que el escritor lamentaba el enfoque académico con el que he abordado este disco y decía que sonaba muy discordante. Al mismo tiempo, mientras leía su texto no podía dejar de identificar todas sus inexactitudes, con citas y hechos objetivos tergiversados. Pero igual hasta tiene razón.
¿A qué crítica te refieres?
A la de Impose Magazine. La he leído de camino a aquí.
Exactamente, ¿cuál ha sido la contribución de Brian Eno en ‘In Conflict’? ¿Cómo surgió la colaboración?
El disco estaba terminado, a excepción de los coros, y se lo envié a Brian Eno para que hiciera algunos, sobre todo en ‘Infernal Fantasy’, una de las pistas de la sección final, aunque en realidad le comenté que podía hacer lo que quisiera con el disco. Finalmente contribuyó en todo lo que pudo: piano, guitarra, etc. Más tarde me senté con mi ingeniero de mezcla para decidir qué mantener en el disco y qué no y, al final, Eno terminó aportando coros en ‘I Am Not Afraid’, un solo de guitarra en ‘In Conflict’, coros en ‘On A Path’, coros en ‘Infernal Fantasy’ y coros y sintetizador en ‘The Riverbed’.
Curiosamente mencionas ‘Los desposeídos’ de Ursula K. Le Guin en ‘On A Path‘. ¿Existe alguna conexión entre Toronto, Montreal, Urras y Anarres?
Qué interesante, pero no, no hay ninguna conexión entre Montreal y Toronto y ‘Los desposeídos’. Escribí esta canción antes de mudarme a Montreal.