El dato, absolutamente inverosímil, se produce tan sólo un año después de su momento de gloria y quizá podría ser consecuencia de la saturación, de la falta de éxito del single ‘Get Her Back‘ (un top 82 en Estados Unidos es su mejor resultado) y de las pésimas críticas.
Precisamente en Estados Unidos -su país- encontramos mejores cifras pero no son para tirar cohetes. En la lista de Billboard el disco entra al top 9 con unas 24.000 copias vendidas. Teniendo en cuenta que el anterior debutó en el número 1 con 177.000 copias y que se mantuvo fuerte en el top 10 durante un par de meses, despachando al final 740.000 unidades, la pérdida es palpable y alarmante. Robin Thicke, siete álbumes, y la mayoría de la gente le recordará como «one hit wonder». Aunque hay fracasos que se intuyen desde una portada y su tipografía, ¿verdad?
Sin embargo, a diferencia de lo sucedido con ‘Beyoncé’ o de manera más significativa ‘ARTPOP’ de Lady Gaga, el álbum ha podido mantenerse en listas estos 9 meses desde su lanzamiento. ‘Unconditionally’ y ‘Birthday’ han logrado resultados dignos manteniéndose varias semanas en torno al top 20 en UK y USA, y ‘Roar’ y ‘Dark Horse’ (primer y tercer sencillo) han arrasado por completo, vendiendo 6 millones de copias cada uno y conquistando a nuevos seguidores.
El fenómeno «Prism» es definitivamente distinto al de Madonna o Gaga con sus últimos álbumes: Katy Perry vende un porcentaje pequeño de su total en su primera semana (500.000 copias mundiales, calcula Mediatraffic), pero por el contrario, tiene un desarrollo largo. Menos fenómeno fan, más público casual. Lo suyo se parece ahora mismo más a lo de Rihanna, quien «tanto» está tardando en volver que a saber qué pasa a su vuelta.